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14 AGOSTO-SEPTIEMBRE 2017 | DENVER CATHOLIC EN ESPAÑOL Opinión ¿Cómo puede un celíaco recibir la comunión? L a noticia de que las personas no pueden comulgar con hostias sin nada de gluten generó confusión entre algunos fieles. Por ello presentamos una serie de preguntas frecuentes acerca las opciones para que los celíacos puedan recibir la Eucaristía. ¿Puedo comulgar con hostias sin gluten? Las hostias sin gluten son materia inválida, lo cual indica que no puede ocurrir la transubstanciación*. En el documento vaticano Redemptionis Sacramentum de la Congregación para el Culto Divino, la disciplina y los sacramentos, dice: "El pan que se emplea en el santo Sacrificio de la Eucaristía debe ser ázimo, de sólo trigo y hecho recientemente, para que no haya ningún peligro de que se corrompa". ¿Es esta una nueva disposición? Estas eran las normas existentes sobre la materia válida en el sacramento de la Sagrada Eucaristía. Nada ha cambiado en lo que tiene que ver con la materia válida en el sacramento de la Santa Eucaristía. En este caso, la Congregación para el Culto Divino, la disci- plina y los Sacramentos publicó una carta a los obispos reiterándoles estas normas. Este tipo de cartas se publican usualmente cuando alguien se ha planteado esa pregunta o cuando ha sido alertado sobre el posible abuso de esta norma. ¿Por qué las hostias necesitan tener algo de gluten? Jesús instituyó el sacramento de la Euca- ristía sobre el pan de trigo y el vino de uvas. Esa es la materia para que exista el sacramento. Esto no puede cambiar. ¿Cuáles pueden ser las demás opciones? En una carta publi- cada en el año 2003 por la Congregación para la Doctrina de la Fe, dice: "son materia válida las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan". El gluten de estas hostias no es lo sufi- cientemente bajo como para que se consideren libres de gluten, pero están aprobadas por la Celiac Support Associa- tion. Puedes comprar hostias bajas en gluten, llevarlas a la parroquia a la que asistes y pedir al sacerdote que la consa- gre en una patena dife- rente, según escribió un bloguero católico con intolerancia al gluten. La página de la Con- ferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés) tiene una lista de lugares donde se pueden com- prar hostias sin gluten. ¿Y qué ocurre si tampoco puedo consumir hostias bajas en gluten por motivos de salud? Puedes recibir la comunión solo bajo la especie de vino, y si tu enfermedad es muy severa, pedir recibir la preciosa sangre de Cristo en un cáliz separado del que usan los sacerdotes regularmente, para asegurar que no esté contaminado. * En la transubstanciación toda la substancia del pan y toda la substancia del vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo. Urgente: Necesitamos matrimonios apóstoles D urante este verano que ya está finalizando reflexioné sobre cómo vivimos la fe los hispanos en Estados Unidos y sobre la respuesta que como familia damos a la Iglesia Católica. Estos pen- samientos vinieron a mi mente con motivo de la entre- vista que el canal de televisión de la madre Angélica (EWTN), nos dio la oportunidad de hacer en su pro- grama de noticias. Cuando hablamos de los hispanos desde el punto de vista de la fe, se nos vienen a la mente las diversas expe- riencias de vida de cada uno y de los puntos que tenemos en común. Por ejemplo, la comprensión de las ense- ñanzas de la Iglesia y la importancia de tener una vida espiritual. Muchos hispanos dan testimonio de su fe porque creen en Dios y buscan ser consecuentes, se esfuerzan por man- tener sus valores, aman y defienden la vida, y se encomiendan a la Virgen María entre otras cosas. Muchos de ellos conforman matrimonios que están conscientes de la necesidad de revitalizar la relación matrimonial para que ese amor que un día los unió les dure para toda la vida. También están aquellos que quie- ren recibir el sacramento del Matri- monio, y comienzan a prepararse porque han descubierto la impor- tancia de tener a Dios en su vida de pareja y familiar, al igual que aquellos que inician el proceso de convalidar la relación que tienen y que en muchos casos ya incluye hijos. Sin embargo, en esta diversidad de experiencias de vida, también están aquellos que no han podido responder desde la fe a los desafíos que se presentan porque esa fe no encontró donde crecer. Comienzan a buscar las respuestas a sus problemas en medio del mundo y confundidos creen que las hallarán, hundiéndose más en sus dolores. De aquí surge la necesidad urgente de hacer apostolado a esos matrimonios y familias que no se han dado cuenta de lo esencial que es la presencia de Dios en la vida matrimonial, el encontrarse con la persona de Jesús a través de la oración, con el acompa- ñamiento, orientación y testimonio de matrimonios que viven a la luz del Evangelio. Cuando mi esposo y yo nos casamos, nos dimos cuenta de la necesidad de continuar viviendo nuestra experiencia de fe dentro de una comunidad. Ya no podíamos seguir siendo parte del grupo de jóve- nes porque nuestro llamado tenía que ver con las prioridades de la vida matrimonial y aunque todavía éramos jóvenes nuestras necesidades eran otras. Con la experiencia matrimo- nial que da el primer año de casados decidimos continuar haciendo apos- tolado pero ahora nos dedicaríamos a los matrimonios y las familias. Esa primera comunidad se formó con nuestros amigos que también comenzaron a casarse y esto hace casi 20 años. En esos pasos se estaba gestando "Dios entre Nosotros", una iniciativa apostólica que surge como respuesta a la necesidad de formación y acompañamiento espiritual en la vida matrimonial. "Dios entre Nosotros" ayuda a la preparación matrimonial en la arqui- diócesis de Denver. Para nosotros, liderar los retiros, que preparan a los novios para contraer el sacramento del Matrimonio, significa renovarnos en nuestra relación de esposos para dar lo mejor a estas parejas. Nadie da lo que no tiene, por lo tanto, resulta esencial alimentarse de los sacra- mentos, perseverar en la vida de oración, y buscar los medios para que toda la familia tenga la oportunidad de encontrarse con la persona del Señor Jesús entre otras cosas. En el área del enriquecimiento familiar, actualmente estamos invi- tando a la comunidad a participar del evento con el Padre Ángel Espinosa de los Monteros quien nos visitará el próximo domingo 20 de agosto en Regis Jesuit High School. En su última visita nos dejó un mensaje fácil de entender, práctico y profundo para la vida matrimonial y familiar, según los testimonios de algunas de las 500 personas que se congregaron en ese evento. En la entrevista de EWTN me pre- guntaron cómo podíamos hacer todo esto y además ser padres de cinco hijos. Quienes están en mi situación saben que nada es fácil. Este itinera- rio de la vida matrimonial y familiar no está exento de dificultades, desa- fíos diarios que todo matrimonio y familia enfrentan, y por eso sabemos que todo esto es posible con la gracia del Espíritu Santo. Hay un llamado que Dios mismo hace y que por su gracia somos capaces de responder de acuerdo a nuestras posibilidades y capacidades para mayor gloria de Dios. Los esposos Viviana Martinez y Jorge Paredes son los fundadores de la iniciativa apostólica Dios entre Nosotros, para más información visite: www. diosentrenosotros.com VIVIANA MARTÍNEZ Tu Iglesia te Responde Therese es periodista del Denver Catholic y amante de la cultura pop. THERESE BUSSEN