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EL PUEBLO CATÓLICO OCTUBRE 2016 12 OPINIÓN TESTIMONIOS Familia emprenderá misión a Liberia Por Mavi Barraza Con el corazón abierto, y de- cididos a seguir el llamado de Cristo una familia de Denver se dispone a emprender un viaje al otro lado del mundo para servir a cerca de 400 niños en una mi- sión en Liberia. En una comunidad al oeste de África, existe un proyecto fundado en 2003 por Franciscan Works, en donde niños pobres y huérfanos -sobrevivientes de una larga y brutal guerra civil-, estudian para convertirse en los futuros líderes de sus familias y comunidades. Es ahí donde la familia Claude pasará los próxi- mos años de su vida. Para Greg y Kristen Caudle servir como misioneros en el extranjero no es extraño, ya que su historia como pareja comen- zó cuando ambos se conocie- ron mientras servían como vo- luntarios de Peace Corps en el este de Europa en la Republica de Moldavia. Luego de dos años decidieron casarse y regresar a Estados Unidos a formar su fa- milia en Colorado. Después de haber tenido la experiencia de servir en esa misión y saber lo importante que fue para su formación y su fe, ahora desean compartir ese sentimiento como familia. "Du- rante ese tiempo hemos sentido que el Señor nos ha llamado a regresar como misioneros al extranjero, específicamente en una misión de fe donde poda- mos compartir la fe católica, y además llevar a nuestros hijos con nosotros", expresó Greg. En el 2004, este padre de fa- milia comenzó a trabajar en Saint Mary Catholic School co- mo maestro sustituto, luego pasó a ser maestro de tiempo completo, y posteriormente fue asistente de director en la escuela Saint Vincent the Paul. Por los últimos cinco años re- gresó a trabajar en Saint Mary Catholic School como director. Esta experiencia laboral le ha permitido encontrar una opor- tunidad de trabajo donde se combina el campo de la educa- ción, la fe católica y su llamado a servir en el exterior. "Cuando supe que mi tiempo en Saint Mary había terminado estuve buscando una oportu- nidad y encontré la posición de director en Liberia Mission a través de Franciscan Works en Chicago. Después de mucho discernir y orar, acepté la opor- tunidad en julio de este año", co- mento Greg. La pareja viajará a Liberia en octubre acompañados de sus cuatro hijos que tienen entre uno y ocho años de edad. "Esta es una gran oportuni - dad para que nuestros hijos conozcan el mundo y vean las diferentes necesidades de la gente y la importancia de servir, de seguir el ejemplo de Jesús y más en este Año de la Misericordia, que ha declarado el Papa Francisco", acotó Greg. Kristen, por su parte opina: "El Señor nos ha bendecido tanto y de muchas maneras. Vamos a esta misión con una decisión cuidadosa- mente discernida. Sentimos la llamada del Señor para ir a esta misión, y estamos con- fiando plenamente en que Él estará con nosotros guiándo- nos en este camino". Liberia Mission Según el nuevo director de Liberia Mission, la comunidad cuenta con una escuela lla- mada Saint Anthony of Padua que el próximo año tendrá una asistencia de más de 400 estu- diantes. De ellos, 70 viven en la misión (en un orfanato o en un programa de residencia). Ade- más, hay una capilla, una gran- ja y un criadero de cerdos que ayudan al mantenimiento de la misión. Greg Claude además de velar el día a día por la misión, será el enlace entre dicho pro- yecto y Franciscan Works. Esta será la primera ocasión en que llegará una familia com- pleta acompañando al director de Liberia Mission. Debido a que Franciscan Works solo cubrirá los gastos de Greg para el viaje y su la estancia en la misión, los Caudle están recaudando fondos para los costos del viaje, visas, medi- camento y vacunas de preven- ción para la malaria para Kristen y los pequeños. La familia Caudle hace una invitación a los lectores de EPC a ser parte de su misión apoyán- dolos con sus oraciones y de ser posible un donativo que puede darse en www.gofundme.com/ caudlestoliberia SOBRE LIBERIA Este país de la costa oeste africana tiene 4'300.000 habitantes. En su historia reciente se vio inmerso en dos guerras civiles. La primera entre 1989 y 1996 y la segunda entre 1999 y 2003. Esto ha generado cientos de miles de desplazados y ha devastado la economía. En 2014 fue uno de los países más asolados por el ébola. Actualmente vive en una fase de transición de la guerra civil a la democracia. En 2011 su actual presidenta Ellen Johnson-Sirleaf obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su contribución al fin del conflicto armado en este país. ¿QUÉ ES FRANCISCAN WORKS? Franciscan Works es una organización sin fines de lucro dedicada al ministerio de auto-ayuda para niños que viven en la pobreza en países en desarrollo a través de la educación basada en los valores católicos y el espíritu de San Francisco de Asís. FOTO PROVISTA Greg y Kristen Caudle junto con sus cuatro hijos emprenderán pronto una misión a Liberia, en África occidental. POR CARMEN ELENA VILLA Perdonar es de valientes H ace algún tiempo estuve en el funeral del papá de una amiga y me sorpren- dió su tristeza tan honda. Obviamente, cualquier persona sufre con la muerte de alguien tan cercano pero la suya era al- go así como una tristeza doble. Además del dolor que le cau- saba la pérdida de su padre, quien murió repentinamente, mi amiga lloraba porque ambos llevaban años distanciados, tras una fuerte pelea y después de una relación de mucha frialdad y tratos injustos. Esto último era lo que en realidad hacía más agudo el sufrimiento de mi amiga. Y me compartía que su padre la buscó varias veces para pe- dirle perdón, pero admitió que ella se negó a escucharlo. Los últimos días, me contaba, había estado reconsiderando esta de- cisión y estaba pensando acer- cársele nuevamente. Pero no se atrevía y siempre de- cía "mañana" Y el ma- ñana nunca llegó… "¡Cuánto quisiera retroceder el tiempo!" - Me decía llena de impotencia. Después de esta ex- periencia me quedé pensan- do en lo im- portante que es el perdón en nuestras vidas. Vivir con algún rencor es co- mo con una herida abierta que no sana, que sigue sangrando y que corre el riesgo de infectarse y de comprometer otros órganos. Algo que hace pesado y tam- bién amargo nuestro andar, pues además de las múltiples preocupaciones que tenemos cada día, está el recuerdo del daño causado y en muchos ca- sos, el deseo de vengarnos. Y a veces, sin darnos cuenta, estas ideas deterioran nuestras rela- ciones con los demás y también la mirada que tenemos de noso- tros mismos. Perdonar pareciera ser una decisión de débiles o pusiláni- mes. En nombre de la justicia podemos decir: "¡Esto es imper- donable!" pero cuando nos mi- ramos a nosotros mismos, nos encontramos con nuestra fra- gilidad y descubrimos que por el mal uso de nuestra libertad hemos hecho sufrir a muchas personas, solo ahí podemos preguntarnos: ¿quién soy yo pa- ra negarle el perdón a alguien? ¡Y no hay mayor sensación de tranquilidad que perdonar! Las heridas se cierran y el andar se aligera. Siente uno un alivio similar al de pagar una deuda. ¡Con la diferencia de que el per- dón es gratis! El perdón no es la actitud in- genua de quien acepta con re- signación o tolerancia el daño recibido. Es, más bien, la actitud sincera de quien quiere apostar por el otro, acogerlo y ayudarlo a cambiar y a sanar sus heridas. Es una actitud sensata porque nos ayuda a entender que no- sotros mismos también podría- mos ser los autores de daños u ofensas iguales o peores de las que hemos recibido. Tuve la bendición de vivir en Roma entre los años 2008 y 2011 y en este tiempo realicé algunas investigaciones sobre la vida de varios santos. Cuando entrevis- taba a sus respectivos postula- dores, ellos siempre me decían que uno de los elementos más importantes a la hora de inves- tigar sus vidas para ver si me- recían tener el título de santos era capacidad de perdonar a sus enemigos. No hay pues nin- gún santo que no haya tenido que perdonar una ofensa. Recor- demos que San Juan Pablo II perdonó a Ali Agca, aquel hombre que intentó asesinarlo en 1981. Perdonar y pedir perdón es un acto de valientes. De gente que ve las consecuen- cias de los errores y de las malas intenciones pero que las tras- ciende y no está teniendo en cuenta las deudas que los de- más tienen con él. La justica es dar a cada quien lo que le merece y por ello per- donar es justo, porque todos, por más grandes que sean nuestros pecados, si estamos de corazón arrepentidos, podemos pedir y ofrecer el perdón. Si tienes una herida que per- donar, aprovecha esta última etapa del Año de la Misericordia y pídele a Dios que te ayude a ser misericordioso como Él lo es con sus hijos. Busca a quien te ha ofendido y dile que lo has perdonado. La actitud compasiva y la ale- gría de Dios Padre al ver el arre- pentimiento de cada uno de sus hijos está muy bien retratada en la parábola del Hijo Pródigo (Lc 15, 11-31), la cual pudimos meditar en el evangelio del pa- sado domingo 11 de septiembre (¡Justo cuando conmemoramos 15 años de los atentados ocu- rridos en Nueva York y Was- hington!). Y refiriéndose a esta parábola, el Papa Francisco dijo durante su primer ángelus que Dios "Nunca se cansa de perdo- nar. Somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón".