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EL PUEBLO CATÓLICO OCTUBRE 2015 6 VIDA Y FAMILIA Por Carmen Elena Villa Zelia Guérin, y Luigi Martin, los padres de Santa Teresita del Niño Jesús, serán canonizados el próximo 18 de octubre en Ro- ma en el marco del Sínodo de la Familia. Será la primer pareja de esposos en llegar juntos a los altares. Su fiesta se celebra el 12 de julio, aniversario de su boda. Zelia y Luigi contrajeron ma- trimonio en 1858 y tuvieron nueve hijos. Cuatro de ellos mu- rieron cuando eran pequeños. Una hija santa La hija menor de este ma- trimonio fue Santa Teresita, nacida en 1873. Entró a los 15 años en el Carmelo de Lisieux, donde falleció a los 24 años. Fue canonizada en 1925 por el papa Pío XI, quien la llamó la santa más grande de nuestros tiempos. La santidad en la vida cotidiana, su alta sensibilidad encaminada hacia una gran profundidad espiritual, su lu- cha habitual por vencer sus defectos y por velar por la san- tidad de sus hermanas de co- munidad constituyen el mayor legado de Santa Teresita, que está consignado en los mu- chos escritos que dejó, espe- cialmente en su autobiografía Historia de un alma. En este libro la santa confie- sa cómo su personalidad fue moldeada por el testimonio de sus padres: "Tenía solamen- te buenos ejemplos en torno a mí. Naturalmente quería seguirlos". "Con una naturaleza como la mía, si hubiera sido educada de padres privados de virtud, me hubiera vuelto una ma- la herramienta, y quizás me hubiera perdido", confiesa la santa. Zelia Guérin, probada en el dolor Zelia nació en San Saint-De- nis-Sarthon el 23 de diciembre de 1831 y falleció en Alençon el 28 de agosto de 1877. Su vida no fue fácil. Tuvo una infancia dura, recibió poco afecto en su familia y en lugar de transmitir esta amargura a sus hijas, luchó por lograr la virtud contraria. Su matrimonio siguió siendo un camino lleno de pruebas. Tuvo que afrontar la muerte de cuatro hijos: "Es un gran bien tener mis angelitos en el cielo, pero no es menos triste para la naturaleza perderlos. Así son las aflicciones de nuestra vida", di- ce en uno de sus escritos. Luigi Martin, un viudo ejemplar Luigi nació en Burdeos, Fran- cia el 22 de agosto de 1823 y falleció en Arnières el 29 de julio de 1894. Este hombre supo afrontar con fe la muerte de su esposa cuando ella era muy jo- ven, "prefiriendo el bien de sus hijos a sus gustos personales", según dijo el cardenal José Sa- raiva Martins, prefecto eméri- to de la Congregación para las Causas de los Santos durante la homilía de la misa de la bea- tificación, el 19 de octubre de 2008. "En nuestro mundo, que trata de ocultar la muerte, (Luigi y Zelia) nos enseñan a mirarla cara a cara, abandonándose en Dios", concluyó el purpurado. Zelia y Luigi se casaron hace 157 años y su testimonio sigue siendo una antorcha que puede iluminar tantas familias de hoy. Al igual que Santa Teresita fue- ron santos en las cosas peque- ñas pero que hacen una gran diferencia no sólo dentro de la misma familia sino también dentro de la sociedad. Enrique Elias Dupuy Colaboración especial desde Roma Se realiza en la Ciudad del Vaticano del 4 al 25 de octu- bre la segunda parte del Síno- do ordinario sobre la Familia. Ofrecemos un análisis sobre las expectativas de esta importante reunión de obispos. El nacimiento de Nuestro Señor y la redención que tra- jo al mundo produjeron en los primeros siglos una revolución silenciosa, pero impresionante. Los hombres y las mujeres que fueron tocados por la mirada del Hijo de Dios se transformaron, deseando vivir una vida diferen - te. Era un nuevo estilo de vida, que Jesús les inspiraba y que confirmaba con sus enseñan- zas. Era un cambio libre y con- vencido, aunque fuera exigente. La mayoría de los creyentes de las nuevas comunidades cris- tianas eran hombres y mujeres casados y con hijos. Y por dos mil años ha sido siempre así. Hemos tenido que enfrentar los retos típicos de las familias: Có- mo ser buenos padres, buenas esposas/os, buenos hijos, cómo trabajar honestamente y cómo comportarnos en un mundo siempre difícil de evangelizar. Una tarea exigente Estas dificultades aumentan cuando la sociedad en la que viven las familias cristianas los persiguen y matan por creer en Jesús, como pasa en Medio Oriente. Esto les pasa a los cristianos en occidente hoy, donde creer que la familia nace sólo cuando un hombre y una mujer se unen para siempre y tienen hijos, se vuelve casi un insulto a la opi- nión pública. Creemos que hoy la familia cristiana experimenta una cri- sis, en un mundo que promue- ve una idea de felicidad en con- tradicción con nuestro estilo de vida. Como el Papa es nuestro pas- tor y la Iglesia una Madre, siente la preocupación y quiere salir al encuentro de estos problemas. Para eso reúne a obispos de to- do el mundo, los invita a Roma con expertos, con familias cris- tianas muy comprometidas de los cinco continentes, para que puedan hablar con libertad de los retos de nuestras familias y proponer soluciones. La reunión, llamada Sínodo, quiere discernir y decidir ac- ciones concretas para mejorar la vida de las familias cristia- nas, y el tema específico de esta Asamblea General Ordinaria nú- mero XIV es "La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo". Preocupación por la familia Las soluciones que está bus- cando la Iglesia parten desde su misión específica: evangelizar. Será la evangelización de las familias la que produzca efec- tos de humanización y cambio maravillosos que transformen el mundo. La Iglesia cumple mejor su misión sanando las almas, gene- rando la reconciliación dentro de las familias. Cuando lo hace las personas aprenden el amor. Las familias se quieren con la fuerza de Dios, se perdonan, se ayudan, aprender a sufrir y a ser felices en medio de las difi- cultades. Aprenden a vivir la vo- cación propia de la familia, una unidad irrompible. Una unidad fiel y santa, que logra iluminar el mundo en modo concreto. Estas familias tienen proble- mas, pero saben enfrentarlos con la gracia que las transforma hasta el punto que logran amar de modo eficaz. Esto, que parece imposible para los hombres, es posible pa- ra Dios. Este el gran reto del Sínodo de la Familia: lograr medios pa- ra que vuelva a brillar fuerte la luz de las familias cristianas en medio de un mundo que es po- deroso en tecnología y medios materiales, pero pobre de amor. En síntesis, el reto de volver a convencer al mundo que la riqueza verdadera es el amor, como Cristo lo enseñó, vivi- do en la mejor comunidad de amor hasta ahora inventada: la familia cristiana. Un papá y una mamá, con hijos, tíos, primos, sobrinos y nietos, bendecidos por la gracia de Dios. Hay que volver a descubrir lo que no necesitamos inventar, Dios se hizo hombre para en- señarnos lo que habíamos olvi- dado. Y pagó un precio alto para ayudarnos a ser personas hu- manas según nuestra vocación. Zelia y Luigi, primer pareja de esposos en ser canonizada Sínodo de la familia: para redescubrir la belleza del amor FOTO DE ANDREW WRIGHT El Arzobispo Aquila con una familia proveniente de Denver durante el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. FOTO DE DOMINIO PÚBLICO Zelia Guérin (1831-1877), y Luigi Martin (1823-1894), los padres de Santa Teresita, serán canonizados el 18 de octubre.

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