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EL PUEBLO CATÓLICO AGOSTO 2015 2 comercio ilegal e de convertir ra los doctores clínicas cometiendo to por «ayudar» problemas. ciendo Como si Luego el Center comenzó pasado mini documentales tienen tos, situaciones dentro Planned nen que comercial abortados. En el rece el O'Donnell, tomía, "técnica StemExpress, mediaria fetales sidades "Creí extraer tejido de fiesa esta O´Donnel cionar que pudiesen terios de para utilizar Un mes en México E l emperador cristiano de tiempos de la edad media, Carlomagno, dijo alguna vez: "Saber otro idioma es como tener una segunda alma". Durante casi todo el mes de julio, tuve el privilegio de conocer el alma de la gente de México, mientras estudiaba español en el seminario de la Arquidiócesis de Puebla. Mis días transcurrían entre clases intensivas individuales de español y la celebración de la Misa en varias parroquias y conventos, así como con el Arzobispo Víctor Sánchez, de la arquidiócesis de Puebla. La mayor parte de mi tiempo en Puebla, estuve acompañado también por cuatro semina- ristas de Denver, que parti- ciparon en un programa de inmersión de dos meses, que intercaló el trabajo en parro- quias rurales por un período de tres semanas, junto con clases de español. El Seminario Pontifi cio Palafoxiano se encuentra en la zona noreste de Puebla, Mé- xico; una ciudad de cerca de 2 millones de perso- nas, ubicada a cuatro horas de la ciudad de México. El clima es similar al norte de Colorado pero con lluvias casi todos los días. En el seminario estuve rodea- do de mucha belleza así como de la presencia constante de laicos que llegaban a rezar ante el Santísimo Sacra- mento expuesto en la capilla, para pedir específi camente por los obispos, sacerdotes, seminaristas así como por las vocaciones. Me conmovió mucho el ir a la Adoración del Santísimo y ver el número de gente que llegaba a rezar ante el Señor. Cada hora estaba cubierta por dos o más personas que rezaban, y frecuentemente vi a varias familias que llegaban al lugar para rezar una Hora Santa. Fue maravilloso ver, por ejemplo a parejas de esposos con sus tres, cuatro o cinco hijos, arrodillados, rezando ante Dios Eucaristía. También me edifi có mu- cho ver la fe de la gente que participó en la Misa de clau- sura de la visita pastoral que durante tres semanas realizó el Arzobispo de Puebla Víctor Sánchez a las parroquias rurales de las montañas de su arquidiócesis. Él me invitó a concelebrar con él la Misa de clausura, que incluyó una procesión solemne de una iglesia a la otra, seguida de una celebración. Durante la Misa, vi y sentí la fe sencilla del pueblo que se entregaba generosamente, a pesar de su pobreza material. Estas experiencias me hicieron valorar muchísimo y de manera más profunda la presencia y la fe de los más de 300,000 católicos latinos en la Arquidiócesis de Denver. El hecho es que 52 por ciento de los católicos de la Arquidiócesis son hispanos, y alrededor del 80 por ciento de ellos viene de México. Muchas veces, las diferencias culturales así como las barreras del idioma no nos han permitido experimentar como Iglesia los dones de todos nuestros hermanos y hermanas hispanos. Es por ello que es cada vez más importante que todos los diáconos y sacerdotes sean capaces de hablar español y entender las devociones lati- nas, y por ello también decidí dedicar un mes de mi tiempo a mejorar mi español. Mi tiempo en Puebla tam- bién fue una buena manera de recordar la importancia de crecer profesional y espiri- tualmente. Con frecuencia muchos sacerdotes y laicos me dicen que no tienen tiempo para continuar formándose. Pero nuestras parroquias, familias y niños su- fren por ello y se ven afectados, si no tomamos como priori- dad nuestro crecimiento personal y profesional. Debemos dar a nuestro Señor y al pueblo, lo mejor de nosotros. El horario de las clases y la difi cultad de aprender otro idioma en tan corto tiempo, fueron un verdadero desafío para mí. Pero la verdad es que fue motivado e inspirado por la dedicación y la fe de los sacerdotes que servían en la Arquidiócesis de Puebla. Un sacerdote compartió conmigo que celebra nueve misas los domingos, pues la necesidad es muy grande. Asimismo, otro sacerdote me dijo que él ha presidido 17 misas en la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe para todos los fi eles pudieran participar en la Santa Eucaristía. Hecho con el que quedé muy impactado. Esos ejemplos heroicos, así como el amor por los fi eles hispanos de nuestra Arqui- diócesis, estuvieron presentes conmigo mientras estudiaba español. Espero que Nuestra Señora de Guadalupe me guíe, guíe a los católicos hispanos de la ar- quidiócesis y a todos los fi eles a crecer cada vez más cerca a su Hijo, y que crezcamos en nuestra unidad como Iglesia. POR EL EXMO. MONSEÑOR SAMUEL J. AQUILA El Pueblo C A T Ó L I C O Directora General: Karna Swanson Editora interina: Carmen Elena Villa EL PUEBLO CATÓLICO, periódico en español de la Arquidiócesis de Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, Teléfono 303-715-3219, Fax 303-715-2045, E-mail: elpueblo@archden.org Por Carmen Elena Villa La compañía Planned Parent- hood se ha visto involucrada en un escándalo sobre la venta de órganos de bebés abortados, lo cual representa un grave delito en EEUU. Nuevos videos siguen desenmascarando los actos de esta multinacional abortista. Algunos medios seculares han salido a la defensa de esta compañía diciendo que con la venta de órganos de no naci- dos se invierte en investigacio- nes científi cas. Otros simple- mente han pasado por alto la situación. En entrevista con El Pueblo Católico, el doctor Luis E. Ráez MD, director del Memorial Cancer Institute en Florida y autor de varios libros a favor de la vida, dijo: "Así se use pa- ra la investigación científi ca (la venta de las partes de los bebés abortados) es una inmoralidad y es ilegal". En Estados Unidos, la com- pra o venta de tejidos humanos fetales es un delito federal que se castiga con una pena hasta de 10 años de cárcel o con una multa hasta de 500.000 mil dó- lares. Los directores de Plan- ned Parehthood "tendrán que responder ante la justicia si se comprueban las acusaciones", indica el doctor Ráez. La evidencia El Center for Medical Pro- gress (CMP) ha publicado al- gunos videos en los que queda evidenciado este hecho. En el primero de ellos, Deborah Nucatola, directora médica de Planned Parenthood dice mientras se come una ensala- da en un lugar público: "Nos hemos vuelto muy buenos en sacar corazón, pulmón, híga- do, porque sabemos eso, así que no voy a aplastar esa par- te, voy básicamente a aplastar más abajo, voy a aplastar más arriba, y voy a ver si puedo te- nerlo todo intacto". Y asegura que si no se venden estos órga- nos serían "un completo y total desperdicio". Días después Cecile Ri- chards, presidenta de Planned Parenthood dijo que el video había sido editado y que con- tenía "demandas indignantes acerca de programas que ayu- dan a la mujer a donar tejidos fetales para investigaciones mé- dicas". Sin embargo, los videos revelan cómo estos tejidos se venden por precios que van en- tre 30 y 100 dólares. El mismo día en que Richards defendía la entidad que presi- de, salió a la luz otro video en el que Mary Gatter, presidenta del consejo de directores médicos de esta compañía, negociaba el precio de estas pequeñas ex- tremidades: "¡Quiero un Lam- borghini!", dijo entre bromas. Y luego señaló, "tiene que ser lo sufi cientemente grande para que valga la pena para mí". El Dr. Ráez opinó que el Planned Parenthood y la venta de pedazos de bebés Mary Gatter, presidenta del consejo de directores médicos de Planned Parenthood, negocia las partes de los cuerpecitos de los bebés abortados. Planned pueda vender ¿QUÉ DICE LA IGLESIA? "El uso de embriones o fetos humanos como objeto de experi- mentación constituye un delito en consideración a su dignidad de seres humanos, que tienen derecho al mismo respeto debido al niño ya nacido y a toda persona". San Juan Pablo II. Encíclica Evangelium Vitae. No. 63. "Los cadáveres de embriones o fetos humanos, voluntariamente abortados o no, deben ser respetados como los restos morta- les de los demás seres humanos. En particular, no pueden ser objeto de mutilaciones o autopsia si no existe seguridad de su muerte y sin el consentimiento de los padres o de la madre. Se debe salvaguardar además la exigencia moral de que no haya habido complicidad alguna con el aborto voluntario, y de evitar el peligro de escándalo". Congregación para la Doctrina de la Fe, Instrucción Donum vitæ, I, 4: AAS 80 (1988), 83.

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