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EPC - Noviembre 2014

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EL PUEBLO CATÓLICO NOVIEMBRE 2014 3 no son suficientes para que los esposos sean conscientes de a lo que se están comprome- tiendo. ¡Casarse es la decisión más importante de la vida! Pero como el Papa dijo el año pasado, en diálogo con los pe- riodistas durante su vuelo de regreso de Brasil: "la mitad de los matrimonios son nulos". Los padres sinodales hablaron de la necesidad de una prepa- ración, desde la juventud, pa- ra vivir el amor, que implica también la responsabilidad del compromiso. "Se ha claramen- te evidenciado la necesidad de programas específicos para la preparación próxima del ma- trimonio que sean verdadera experiencia de participación a la vida eclesial y profundicen los diversos aspectos de la vida familiar", dice el documento. 3. Facilitar los procesos de nulidad matrimonial: Las causas para que un ma- trimonio sea nulo pueden ser, ignorancia, inmadurez o poco conocimiento de la otra perso- na. Sin embargo, los procesos de nulidad suelen ser largos y costosos. Muchas personas prefieren evitarlos y contraer segundas nupcias de manera civil, o convivir con su segun - da pareja. El Papa Francisco instituyó el pasado mes de agosto una Comisión para el estudio de la "simplificación del procedimiento" de nulidad matrimonial. Los obispos coincidieron en que es importante agilizar es- tos procesos, en caso de que se compruebe la invalidez del matrimonio. Pero aclararon que esto no puede confundirse con un "divorcio a la católica", toda vez que el divorcio consis - te en una disolución del víncu- lo matrimonial, mientras que la nulidad consiste en compro- bar que el matrimonio como sacramento, nunca existió. 4. Velar por pastoral de divorciados vueltos a casar: Ellos "son parte de la Iglesia", dijo el Cardenal Peter Erdo, rela- tor general del Sínodo. Algunos medios han dicho erróneamen- te que por primera vez la Iglesia se ha abierto para acoger a estas personas; sin embargo, no es la primera vez. Ya San Juan Pablo II lo dijo en la exhortación apos- tólica Familiaris Consortio: "Ex- hórteseles (a los divorciados con segundas nupcias) a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la misa, a perseve- rar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las inicia- tivas de la comunidad en favor de la justicia, a educar sus hijos en la fe cristiana, a cultivar el es- píritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios". Así pues, la Iglesia no los rechaza. Más bien debe estar dispuesta a ayu- dar a sanar las heridas que les ha dejado su ruptura anterior y acogerlos con sus dones. Esto, sin embargo, es muy diferente a decir que los divorciados con una segunda unión, pueden re- cibir la comunión, pues la mise- ricordia "no anula los compro- misos del vínculo matrimonial". Sigue el Sínodo Si bien el 19 de octubre con- cluyó este encuentro extraor- dinario, el diálogo continuará en el Sínodo convocado por el Papa para octubre del 2015. Queda entonces el desafío de una mayor reflexión sobre la familia como escuela donde los hijos crecen en el amor y la fe, y sobre cómo responder a los desafíos y amenazas que sufre actualmente. Pues, como dijo el Papa Francisco "En es- te caso, el Señor nos pide que cuidemos de la familia, que desde los orígenes es parte in- tegral de su designio de amor por la humanidad". TU IGLESIA TE RESPONDE El Pueblo Católico (USPS 024-042 / ISSN 1936-1122) is published monthly by the Archdiocese of Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, and printed by Signature Offset in Denver. Periodical postage is paid in Denver, CO. Subscriptions: $ 12 a year in Colorado, $ 16 per year out of state. Postmaster, send address changes to: El Pueblo Católico, Circulation Dept., 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210. de la CO 80210, El doloroso caso de Brittany Maynard, la joven esposa quien después de haber sido diagnosticada con un tumor cancerígeno en el cerebro, decidió terminar con su vida el 1 de noviembre para evitar un sufrimiento mayor, ha despertado la discusión sobre la posibilidad del suicidio asis- tido. Ante esta grave situación pedimos a Mons. Jorge De los Santos, Director Espiritual de Evangelización Hispana, que explique si existe algún motivo válido que justifique que una persona decida terminar con su vida, es decir, opte por la eutanasia, para evitar sufrir. L a palabra "eutanasia" ha tenido diferentes signifi- cados. Etimológicamente, eutanasia (del griego "eu", bien, "Thánatos", muerte) no signifi- ca otra cosa que buena muerte o bien morir. Sin embargo, esta palabra desde antiguo ha tenido otro sentido: procurar la muerte sin dolor a quienes sufren. Pero todavía esto es muy ambiguo, puesto que la eutanasia, así entendida, puede significar realidades no sólo diferentes, sino opuestas entre sí, como el dar muerte al recién nacido de- ficiente que se presume habrá de llevar una vida disminuida; ayudar al suicida para que rea- lice su propósito; eliminar a un anciano que se presupone no vive ya una vida digna; dejar de ofrecer tratamientos dolorosos o inútiles para alargar una ago- nía sin esperanza humana de curación del moribundo, etc. Hoy, más estrictamente, se entiende por eutanasia el llamado homicidio por compa- sión, es decir, causar la muerte de otro por piedad ante su sufrimiento, o atendiendo a su deseo de morir por las razones que fuere. Brittany Maynard entraría en esta categoría, con la particularidad de que fue ella misma la que quiso terminar con su vida. Es de extrema importancia el significado de la palabra euta- nasia, porque, según la signifi- cación que se dé al término, su práctica puede aparecer ante la opinión pública como un cri- men inhumano o como un acto de misericordiosa solidaridad. Si partimos del principio de que la vida humana es un bien superior y un derecho inalienable e indisponible, es decir, que no puede estar al albur de la decisión de otros, ni de la de uno mismo, pode- mos decir que la eutanasia es siempre una forma de homi- cidio o suicidio, pues implica que un hombre da muerte a otro, ya mediante un acto po- sitivo, ya mediante la omisión de la atención y cuidado; o incluso que la misma persona decida eliminar su vida. Desde el punto de vista de la víctima, la eutanasia puede ser voluntaria o involuntaria: es decir, dependerá de si es solicitada por quien quiere que le den muerte o no; peri- natal, agónica, psíquica o so- cial, según se aplique a recién nacidos deformes o deficien- tes, a enfermos terminales, a afectados de lesiones cerebra- les irreversibles o a ancianos u otras personas tenidas por socialmente improductivas o gravosas, etc. Desde el punto de vista de quien la practica, se distingue entre eutanasia activa y pasi- va, según provoque la muerte a otro por acción o por omisión, o entre eutanasia directa e in- directa: la primera sería la que busca que sobrevenga la muer- te, y la segunda la que busca mitigar el dolor físico, aun a sa- biendas de que ese tratamiento puede acortar efectivamente la vida del paciente; pero esta última no puede tampoco lla- marse propiamente eutanasia. La Iglesia ante la Eutanasia Quienes creemos en un Dios personal que no sólo ha creado al hombre sino que ama a cada hombre o mujer en particular y le espera para un destino eterno de felicidad y, en espe- cial, los católicos, tenemos un motivo más que los que pueda tener cualquier otra persona para rechazar la eutanasia, pues los que así pensamos estamos convencidos de que la eutanasia implica matar a un ser querido por Dios, que vela por su vida y su muerte. La eutanasia es así un grave pecado que atenta contra el hombre y, por tanto, contra Dios, que ama al hombre y es ofendido por todo lo que ofen- de al ser humano; razón por la que Dios en su día pronunció el "no matarás" como exigencia para todo el que quiera seguirlo fielmente. ¿Es válido terminar con la propia vida? ¿ ? ENVÍENOS SUS PREGUNTAS Si tiene preguntas o dudas de fe, búsquenos en el Facebook de El Pueblo Católico, visite www.elpueblocatolico.org, llámenos al (303)715-3219 o escríbanos a elpueblo@archden.org Con mucho gusto le responderemos. FOTO DE VISUAL MUSIC El Sínodo confirmó que el matrimonio es para siempre, y alentó a una seria preparación para el sacramento. ¿QUÉ DICE EL PAPA FRANCISCO SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD? Uno de los puntos que más recalcaron los medios de comunicación sobre el Sínodo de la Familia fue el de la aceptación de las parejas homosexuales y una supues - ta tolerancia del Papa frente a estas uniones. El origen de estas especula- ciones ha sido una frase que dijo Francisco el 28 de julio de 2013: "Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?" Lo dijo en respuesta a la pregunta de la periodista Ilze Scam - parini sobre el tema de la aceptación a las parejas homosexuales. No era la primera vez que Bergoglio hablaba sobre este tema; algo similar dijo siendo Arzobispo de Buenos Aires, en el libro "Sobre el cielo y la tierra". Allí, el entonces Cardenal, indicó frente a la conducta homosexual: "Si Dios, en la creación, co - rrió el riesgo de hacernos libres, ¿quién soy yo para meterme?". El llamado constante que hace el Papa a la caridad y a la misericordia no quiere decir aceptar y equiparar cualquier conducta. En el mismo libro, dijo más ade - lante que la aceptación del matrimonio homosexual era un "retroceso antropológi- co", porque sería "debilitar una institución milenaria que se forjó de acuerdo a la naturaleza antropológi- ca". Y sugiere: "Antes de modificar una jurisprudencia, hay que reflexionar mucho sobre todo lo que se pone en juego". Luego dice: "Siempre hubo homosexuales (…) pero nunca había ocurrido en la historia que se buscara darle el mismo estatus que el del matrimonio". Frente a la adopción de niños por parte de parejas del mis - mo sexo dijo: "Toda persona necesita un padre mascu- lino y una madre femenina que ayuden a plasmar su identidad". En su encíclica Lumen Fidei, el Papa también hace alusión al tema de la familia, fruto de la "unión estable de un hombre y una mujer", e insiste en el "reconocimiento y la aceptación de la bondad de la diferenciación sexual, que permite a los cónyuges unirse en una sola carne". La periodista Patricia Zor - zan le preguntó cuál es su postura frente al aborto y el homosexualismo, a lo que él respondió: "La de la Iglesia. Soy hijo de la Iglesia" y para ello le sugirió la lectura del Catecismo.

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