Issue link: https://elpueblocatolico.uberflip.com/i/1476259
Este lema asume que el niño concebido es simplemente una parte del cuerpo de la madre. Sin embargo, desde el punto de vista de la biología, sabemos que la vida humana comienza en el momento de la concepción, lo que significa que hay un organismo humano distinto dentro del cuerpo de la madre. Es cierto que este niño no puede sobrevivir sin la madre, pero esto también es una realidad para los niños pequeños y cualquier persona vulnerable. De hecho, no existe tal cosa como un ser humano completamente independiente. Todos existimos en dependencia unos de otros. No podemos matar a otro ser humano en nombre de nuestra autonomía, nuestros derechos o nuestra conveniencia. Es una tragedia que algunas madres vean una vida humana inocente, viva y creciendo dentro de su vientre como una amenaza inva- siva para su cuerpo que debe ser eliminada. 2. Mi cuerpo, mi elección. 3. Deja de imponer tus creencias religiosas. Este argumento asume que la oposición al aborto proviene únicamente de la fe. Es cierto que nuestra fe nos enseña que el asesinato (la muerte intencional de un ser humano inocente) es malo, pero también es un claro precepto de la ley natural (accesible a la razón humana). El aborto es malo por su propia naturaleza, porque viola la dignidad de la persona humana como ser racional. Por eso podemos explicar el mal del aborto sin referencia a la fe, aunque la fe y la razón están de acuerdo en este punto. El Gobierno tiene la obligación de proteger la vida de todos sus ciudada- nos para defender el bien común de la comunidad. Cuando el Gobierno no solo permite, sino que tam- bién apoya la destrucción de vidas humanas, el estado de derecho se ve perjudicado e incluso se vuelve arbi- trario. La razón por sí sola nos dice que todos los seres humanos son dignos de respeto y protección, y que no se debe defender solo los derechos del fuerte ante el débil. E L P U E B L O C A T Ó L I C O | 7

