E L P U E B L O C A T Ó L I C O | 7
NECESIDAD DE UN SALVADOR
Uno se puede sorprender al escuchar esta realidad bíblica
que parece empeorar cada vez más después del primer
pecado. Parece que no hay pecado que no se mencione en la
Biblia, desde idolatría hasta el sacrificio infantil, así como la
opresión de los pobres y el asesinato por el adulterio. Tanto el
pueblo de Dios como los paganos parecen haber hecho todo
tipo de barbaridades.
Pero ¿por qué encontramos en el Antiguo Testamento un
descenso cada vez más profundo hacia el pecado que parece
no tener solución? Porque el pecado es una ofensa contra
Dios que el hombre no puede expiar. ¿Cómo puede un ser
creado colmar la justicia perfecta del Creador? Cuando el
hombre comete un pecado, acumula una deuda que no
puede pagar.
De cierta forma, somos como un adicto al juego que
apuesta cada vez más cuando va perdiendo. El hombre no
puede expiar sus propios pecados o los pecados de los demás,
así que solo puede seguir cayendo en el pecado. Por eso san
Pablo se refiere al Antiguo Testamento como un tiempo de
esclavitud bajo Satanás, el pecado y la muerte. ¡Por esta
razón, el hombre necesita ser salvado!
Torre de Babel
Caín y Abel
Becerro de oro