32 | O C T U B R E - N O V I E M B R E 2 0 1 9
ORACIÓN
Finalmente, la oración debe movernos a actuar. Lo
que hemos descubierto al leer, meditar, orar y contem-
plar, lo llevamos a nuestra vida. La relación con Dios
siempre la debemos llevar en nuestra vida cotidiana.
Siempre hay algo qué transformar, algo qué hacer por
nosotros o por los demás para que la voluntad de Dios y
su reino se hagan más presentes en tu vida.
El desafío está en llevar la Palabra de Dios a nuestra vida.
Me planteo algunas acciones muy concretas que demuestren mi
cambio a partir de la lectura y oración de este texto bíblico.
Tu resolución debe contestar las siguientes preguntas: ¿Qué?
¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?
EJEMPLOS:
• Dedicarle tiempo de calidad a mis hijos
ayudándolos con sus tareas y
dedicarles una hora antes de la
cena para convivir y jugar con ellos.
• Entrar en un diálogo profundo
con Dios a través de la Lectio
Divina por 15 minutos cada
mañana antes de ir a trabajar.
Intenta hacer cambios pequeños y poco a poco irás
mejorando con la gracia de Dios.
Acción
05
Sabías que...
Este método se remonta a
los primeros cristianos.
El primero en utilizarlo
entre aproximadamente los
años 185 y 254 fue Oríge-
nes, teólogo que afirmaba
que para leer la Biblia con
provecho era necesario
hacerlo con atención,
constancia y oración.