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EL PUEBLO CATÓLICO DICIEMBRE 2016 12 Después del Año de la Misericordia F inalizó el Año de la Mise- ricordia el pasado 20 de noviembre con la clausura de la Puerta Santa en la Basílica de San Pedro en Roma. Y en comunión con la Iglesia univer- sal, aquí en Denver también el arzobispo Aquila celebró una Misa de conclusión de este Año Santo. Pero ¿significa esto que los fieles recibirán ahora menos misericordia de parte de Dios Padre? ¡Para nada! "La miseri- cordia no puede ser un parén- tesis en la vida de la Iglesia", señaló el Papa Francisco. Por ello, al clausurar el Año Jubilar el Pontífice nos regaló como documento la carta apostólica " Misericordia et misera", (mise- ricordia y miseria), publicada el pasado 21 de noviembre. Un texto para leer, rezar y meditar y que recoge algunas reflexiones, frutos y determinaciones luego de transcurrido este Año Santo. La misericordia no es un asunto nuevo en la Iglesia. Está muy presente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. El amor de Yahvé al pueblo de Israel, pese a sus infidelidades y traiciones o el encuentro de Jesús con la miseria de la mujer adúlte - ra son solo algunos ejemplos de los tantos presentes en las Sagradas Escrituras. Francisco nos recuerda en su carta apos- tólica cómo algunas oraciones de la Misa están llenas de elementos de la misericordia: "No tengas en cuenta nuestros pecados sino la fe de tu Iglesia", que dice el sacerdote luego de la oración del Padrenuestro, es solo una de ellas. El Santo Padre evalúa, lleno de gratitud, los frutos que ha dejado este Año Santo en mu- chos fieles. Uno de ellos fue el establecimiento de los Misio- neros de la Misericordia. Se trata de un grupo de sacerdotes de todo el mundo que han tenido la facultad de perdonar pecados graves y cuya absolu- ción estaba reservada a la Sede Apostólica. Estos pecados son: la profanación de la Eucaristía, uso de la fuerza física contra el Santo Padre, la absolución de un sacerdote a un cómplice en un pecado suyo contra el sexto mandamiento, el cisma y la vio - lación del secreto de confesión. "Su acción pastoral (de estos misioneros) ha querido eviden- ciar que Dios no pone ningún límite a cuantos lo buscan con corazón contrito, porque sale al encuentro de todos, como un Padre", dice el Papa. Por ello anunció que su misión se pro- longará más allá de este Año Santo y hasta nueva orden. También ha dejado de mane- ra permanente la potestad de todos los sacerdotes del mundo para absolver el pecado del aborto (facultad que era con- cedida solo a los obispos y, en algunas diócesis, también a los párrocos). Esto no quiere decir que el aborto haya dejado de ser un pecado grave. Indica más bien que Dios, quien lo perdona todo, acoge con amor a aquellas mujeres arrepentidas que, por diversas circunstan- cias, han acabado con la vida de sus pequeños hijos no nacidos. Y acoge también a todos los hombres y mujeres cómplices que hayan tomado conciencia de la gravedad de este pecado y que se acerquen al confesiona- rio con un corazón contrito. Como fruto de este Año Santo el Papa invita a continuar participando en las obras de misericordia luego de haber compartido, durante los llamados "viernes de misericor- dia", a tantos grupos que se dedican de diferentes maneras de transmitir la caridad de Cristo. No podemos quedarnos inmóviles, como lo dijo el Santo Padre, pues estas obras tienen un carácter social y más en estos tiempos de rupturas tan hondas. El Papa pidió también que se dedique un domingo al año a las Sagradas Escrituras con iniciativas creativas como el rezo de la letcio divina "para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo". Y estableció que el XXXIII domingo de Tiempo Ordinario (que vendría a ser el segundo o tercer domingo de noviembre) se celebre la Jorna- da Mundial de los Pobres "con la que se renueve el rostro de la Iglesia en su acción perenne de conversión pastoral, para ser testimonio de la misericordia". La Puerta Santa se ha cerrado como símbolo de que el Año Santo ha concluido pero la misericordia de Dios permane- ce como María misma lo dice en el cántico del Magnificat "de generación en generación". Acojamos las gracias recibidas en el año que pasó y abra- mos nuestros corazones para darle paso a la acción de Dios que con su misericordia sana nuestros pecados y, como dice el salmo 50, hace que nuestra alma quede "más blanca que la nieve". OPINIÓN ACTUALIDAD TESTIMONIOS Le diagnosticaron días de vida hace siete años. Hoy está mejor que nunca. Por Mavi Barraza "Puedes morir en cualquier momento", fue el mensaje que recibió Rocío Pérez tras reve- lársele que tenía un tumor en el cerebro. Laredo, Texas es la tierra que vio nacer a Rocío quien es de ascendencia mexicana. Fue en el 2009 cuando Rocío, con 34 años de edad, comenzó a notar problemas de oído, sentía ma- reos, náuseas y dolores de ca- beza. Una madrugada la lleva- ron al hospital de emergencia porque perdió control de parte de su cuerpo y del habla. Su fiesta de cumpleaños que había sido organizada para unos días más tarde, debido a la gravedad del caso, tuvo que ser cancelada por recomenda- ción de los médicos. Días después, Rocío se en- contraba dentro de una sala, con una máscara protectora y anclada a una camilla, mien- tras se llevaba a cabo un ima- gen de resonancia magnética. Luego de dejar el hospital ese mismo día, Pérez recibió una llamada que le indicaría la se- veridad de su caso: Un tumor "no común" se albergaba en su cabeza y estaba sobre su cerebro. Las opciones para tratar el mal eran limitadas, así como sus posibilidades de seguir con vida. Según le explicó el doctor en cualquier momento podría darle un ataque cerebral y mo- rir. "Fue una experiencia muy 'interesante'… Yo lo vi desde el punto de vista de una persona de negocios aquí está un pro- blema, hay que buscarle una solución. Y fue ahí donde co- menzó un camino de descubrir lo que era importante en mi vi- da", aseguró la entrevistada. Sin embargo, para su fami- lia no fue así y Rocío tuvo que brindarles apoyo psicológico. Mientras ellos se lamentaban, ella decía: "Yo voy a celebrar la vida. Voy a vivir todas las experiencias que pueda, y voy a amarme…", esa era la res- puesta de aliento que Rocío compartía con sus amigos y familiares que estaban cons- ternados con la noticia. No hacer nada al respecto, re- cibir una sesión de radiación es- tereostática -que es el máximo que puede recibir una persona con este mal-, o someterse a una operación para extraer el tumor, eran las opciones que le dieron los doctores. La fe de Rocío en que se sanaría era tal que optó por la radiación ya que según dice, la operación tenía más po- sibilidades de "error humano". El día más emocional para esta mujer, fue el 8 de diciem- bre, una tarde antes del proce- dimiento de radiación cuando llegaron a su casa su hijo y su nuera a llevarle los regalos de navidad, "Me dijeron: mamá, nos gustaría que abrieras tus regalos de navidad hoy (porque ellos pensaban que no llegaría al 25 de diciembre)", recuerda con voz entrecortada. En ese momento, "el camino se tornó más interesante". El proceso de "recuperación" duro un año y medio durante el cual no podía llevar una vida nor- mal. El tumor se expandió -co- mo efecto de la radiación-, esto hizo que a Rocío le incrementa- ran los dolores de cabeza. "Un día bueno era poder salir al sol. No podía caminar y un día me dije: 'no puedo más'", aseguró Pérez. Decidió tomar un viaje a México por una semana. Du- rante ese tiempo se percató que su cuerpo reaccionó po- sitivamente debido al cambio de clima y geografía. Entonces, decidió mudarse a San Diego, California. Los médicos ahora ahí, le in- formaron que el procedimiento que le habían hecho en Den- ver había empeorado las cosas, ahora el tumor estaba pegado al cerebro -anteriormente estaba sobre este-. "No comprendía lo que estaba pasando, salí de la oficina del doctor y me fui a ha- cer lo que nunca había hecho, ¡Vivir! "Me compré un Kayak, me fui a la playa y comencé a hacer todo lo que siempre quise hacer", acotó. Rocío siguió viendo espe- cialistas, y también incremen- tando su fe, comenzó a hacer diferentes cosas para sanarse: comer saludable, alcalinizarse, y a llevar una vida más activa. En el 2013 ocurrió un cambio en la salud de Rocío. Los análi- sis dictaban que se estaba me- jorando. "Le dije al doctor: 'Un día voy a entrar a esta oficina y el tumor se va a haber desapa- recido'". El doctor le dijo que eso no era posible, que el tumor seguiría creciendo y que no se hiciera falsas esperanzas, a lo que ella contesto con simpatía: "¡Yo me quedo con mi fe y mis creencias, usted quédese con el tumor!". Los análisis anuales muestran que el tumor que antes amena- zaba su vida ahora está inactivo. Este año Rocío recibió la gran noticia de que por los próximos años no tendrá que revisarse ya que todo indica que está mejor que nunca. Al preguntale a Rocío si hu- biera tenido la opción de tomar la decisión del suicidio asistido, ¿lo hubiera hecho? Su respues- ta fue "¡No! ¡La vida es fenome- nal!,¡Goza la vida por lo que es, que, si no lo has hecho, estas muerto en vida!". Rocío Pérez vive ahora en Colorado, es profesional, em- presaria y dedica parte de su tiempo a dar conferencias motivacionales. Los doctores pueden dar su diagnóstico, pero Dios tiene la última palabra. FOTO PROVISTA Rocío, su hijo José Manuel y su nieto Emilio. ACI Prensa Los obispos dos, reunidos naria en de Maryland, do 15 nuevo Daniel Galveston-Houston. Como Episcopado el arzobispo Mons. obispo los años Mons. de Monterrey, doctorado tador. de San 2005 y 2010. En su destacado diversas dad hispana Ambos con claridad derecho dos durante POR CARMEN ELENA VILLA Episcopado presidente

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