Issue link: https://elpueblocatolico.uberflip.com/i/721749
EL PUEBLO CATÓLICO SEPTIEMBRE 2016 13 El debate sobre las Elecciones del 2016 F alta muy poco para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y si has seguido de cerca las campañas y debates, tal vez te encuentres como yo, en una situación muy difícil al pensar a quién le darás tu voto en esta ocasión, incluso aunque hayas estado siempre afiliado a un partido político en particular. Es necesario ejercer nuestro deber, votando para elegir a nuestros gobernantes y no podemos prescindir de este derecho y deber; pero es necesario recordar que tenemos primordialmente una ciudadanía, cuya patria se encuentra en el cielo (cf. Fil 3, 20) y cuyas leyes son leyes de amor. El Catecismo de la Iglesia Cató- lica dice: "En la Iglesia, 'los fieles laicos pueden cooperar a tenor del derecho en el ejercicio de la potestad de gobierno'" (CIC 911) y deben "aprender a distinguir cuidadosamente entre los dere- chos y deberes que tienen como miembros de la Iglesia y los que les correspon- den como miembros de la sociedad humana. Deben esforzarse en integrarlos en buena armonía, recordando que en cualquier cues - tión temporal han de guiarse por la concien- cia cristiana. En efecto, ninguna actividad humana, ni siquiera en los asuntos temporales, puede sustraerse a la soberanía de Dios" (CIC 912). Por eso, antes de dar nuestro voto a cierto candidato y partido, a los legisladores y a otros cargos públicos, así como a las reformas de leyes propues- tas, es muy importante que formemos nuestra consciencia según el Plan de Dios. Como católicos estamos llamados a defender los valores y la vida familiar. Existen cinco principios morales que podría- mos llamar NO NEGOCIABLES, es decir, que no dan lugar al relativismo moral, pues son valores absolutos e inmutables. Estos cinco principios son: NO al aborto, NO a la eutanasia, NO al matrimonio homosexual, NO a la clonación humana y NO a las investigaciones con células madre embrionarias. Nuestra nación y en particular nuestros jóvenes están pasando por una confusión muy gran- de acerca de lo que realmente significa el "amor" y nuestras familias se han visto cada vez más afectadas con abortos y divorcios, entre otros problemas. Además, cada vez más las leyes reflejan una ideología que va dirigida directamente a atacar el amor verdadero y los valores familiares, así como la libertad religiosa, disfrazando el derecho a la libertad con la intolerancia. Si bien es verdad que ninguno de los candidatos parece cum- plir con nuestras expectativas, sabemos lo que cada uno, en sus campañas, ha afirmado que ha- rá si es elegido. En base a lo que han afirmado, debemos pregun- tarnos cuál de ellos aminorará el daño o perjudicará menos a nuestra nación con sus leyes. Más que preocuparnos por si tal candidato me va a ayudar a mí como hispano, debemos preguntarnos si tal candidato va a defender la vida, la familia y sus valores, la libertad religiosa. Esto es mucho más importante que si me va a dar más o mejores derechos. Aunque hoy pasemos por tiempos difíciles y en ocasiones trágicos, podemos recordar historias del pasado que nos dan la esperanza de la victoria si somos fieles y volvemos a Dios con todo nuestro corazón, especialmente a través de la oración de sus fieles. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento recordamos la historia del rey Ezequías, quien fue amenazado por el rey de Asiria, Sena- querib, que quería atacar Jerusalén. Ante la oración del rey y del pueblo judío, Dios los liberó del ataque Asirio (cf. 2 Reyes 18). La Santísima Virgen nos recuerda en muchos de sus mensajes que debemos recurrir a Dios y que el Santo Rosario es un arma poderosa para evitar guerras y traer la paz. Nuestra nación necesita que los católi- cos asumamos nuestro papel y ejerzamos nuestra fe, orando sin cesar como lo pide San Pablo (cf. 1 Tes 5,17). Sólo así, podremos tener una fe viva, que mueva montañas, incluso convirtiendo a nuestros gobernantes. "Los laicos tienen como voca- ción propia el buscar el Reino de Dios ocupándose de las realida- des temporales y ordenándolas según Dios" (CIC 898). En estas elecciones, tomemos el tiempo para formar nuestra conciencia y dejemos que el Espíritu Santo guíe nuestra pluma, para elegir al candidato a la presidencia y a cada funcionario público que proteja más nuestros valores. Confiemos en el Señor, quien puede incluso cambiar los cora- zones de los gobernantes para que ejerzan su papel en defensa de los más vulnerables. Sólo así podremos volver a ser una na- ción coherente con la letra de su himno nacional: "Una nación, bajo Dios, indivisible, con liber- tad y justicia para todos", ("One nation, under God, indivisible, with liberty and justice for all"). OPINIÓN POR LINDA PLATT Por Carmen Elena Villa El Arzobispo de Denver, Samuel Aquila, acompañado del cardenal James Francis Sta- fford, quien fuera arzobispo de esta arquidiócesis desde 1986 a 1996, se unieron con los líderes de la Iglesia ortodoxa de Den- ver a principios de agosto para condenar, de manera conjun- ta, la violencia perpetrada por el Estado Islámico y otros con- flictos presentes en el Medio Oriente. "Con las guerras en Siria e Irak y con el surgimiento del Estado Islámico, viene crecien- do un fundamentalismo per- verso y tóxico, como una plaga que aflige a todos los pueblos del Medio Oriente y que está llegando a Europa y América", señala la declaración conjunta que fue presentada el pasado 18 de agosto en la parroquia St. Rafka de Lakewood, que perte- nece al rito Maronita de la Igle- sia católica. Tanto el arzobispo Aquila como el cardenal Stafford se unieron con otros 16 líderes religiosos para firmar el do- cumento denominado "Paz, amor y coexistencia entre los hijos de Abraham". Entre los firmantes estuvo también el obispo Zaidan de la eparquía Our Lady of Lebanon de Los Ángeles. Los firmantes invita- ron a todos los ciudadanos de los Estados Unidos a asumir con responsabilidad el cuida- do y la protección de los cris- tianos perseguidos en Medio Oriente. Fue la primera vez que el Arzobispo de Denver Samuel Aquila y Su Eminencia Me- tropolitana Isaiah, líder de la Iglesia ortodoxa griega metropolitana, estuvieron jun- tos en un evento público. Esta reunión sirvió como antesala de la gran oración ecuménica que tendrá lugar en Washington D.C. entre el 7 y 9 de septiembre y que está siendo organizada por el padre Andre Mahanna, párroco de St. Rafka. El documento invita a los fieles a solicitar a la Casa Blan- ca y al Congreso que protejan a los hermanos cristianos per- seguidos en el Medio Oriente y reclama que otros funciona- rios actúen teniendo este tema en mente. "Tenemos que per- manecer todos unidos, pidien- do justicia para nuestras her- manas y hermanos cristianos y para otras almas inocentes", dice el documento. La declaración también hace mención a las recientes vícti- mas de terrorismo, incluyendo al padre Jacques Hamel, quien fue asesinado el 26 de julio mientras celebraba la Misa en su parroquia en Normandía, así como a los obispos de Ale - po, Boulos Yazigi y Gregorios Yohanna Ibrahim, ambos se- cuestrados en Siria el 22 de abril de 2013. La declaración detalla las di- ficultades y problemas de vivir en el Medio Oriente, y se refie- re particularmente al número cada vez más reducido de cris- tianos que realizan grandes es- fuerzos para resistir la violen- cia y permanecer en sus tierras ancestrales. "Por primera vez en la histo- ria, enfrentamos la posibilidad real de que el cristianismo de- je de existir en la tierra donde nació Jesús", advierte el docu- mento. "Es tiempo de una ac- ción mayor, es decir, es tiempo de ponernos de pie unidos en la fe y trabajar por detener el mal. Es tiempo de que gobier- nos, iglesias y personas nos opongamos radicalmente a este genocidio y lo declaremos como un grave mal, con una voz tan fuerte que pueda dete- nerlo hasta su raíz". Líderes religiosos unidos en defensa de los cristianos perseguidos FOTO DE CARMEN ELENA VILLA De izquierda a derecha el P. Andre Mahanna, Mark Stevinson, Michel Miro, el Arz. Aquila, el Card. Francis Stafford, el metropolitano Isaiah, George Athanasopoulos, Sam Zakhem y Jeff Hunt. FOTO DE DENNIS KOLEHMAINEN El Arzobispo Aquila y el metropolitano Isaiah firmando el docu- mento a favor de los cristianos perseguidos.