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EL PUEBLO CATÓLICO MARZO 2016 13 En Cuaresma regresemos a los valores esenciales E stamos en medio del tiem- po litúrgico de la Cuares- ma y es durante este tiem- po que generalmente reflexio- namos sobre nuestra vida y los cambios que debemos hacer en ella para alcanzar la per- fección cristiana. Pensamos en las acciones o actitudes a eliminar y buscamos el ayuno, la abstinencia, oración, sacri- ficios, limosna, el acercarnos a la confesión, para ser mejorar, para ser perfectos. Pensar en esto es normal pues, nos sabemos imperfec- tos y aspiramos a ser mejores cada día. Este es uno de los fundamentos de la esperanza cristiana, que es a su vez, una de las tres virtudes teologales además de la fe y la caridad. Esta virtud o don de Dios responde al deseo de felici- dad puesto por Dios en el corazón del hombre, ¡en nuestros corazones! Este deseo profun- do de felicidad en nuestro corazón se ve amenazado y en ocasiones lastima- do cuando la vida nos presenta un cuadro diferente del que nosotros esperamos, quere- mos o pensamos merecer; es decir, cuando las cosas no van de acuerdo a nuestro plan. Las situaciones en nuestra vida pueden ser fuertes y poco alentadoras. Podemos pensar en todo tipo de situaciones; pensemos en nuestro hogar, trabajo y vida parroquial. En el hogar, muchos padres de familia trabajamos tiempo completo mientras los hijos van a la escuela e incluso los hijos regresan a casa antes que los padres y solamente nos vemos por un par de horas. El diálogo entre los esposos y padres e hijos es escaso y en ocasiones difícil; el tiempo familiar de calidad no es bien aprovechado y el tiempo de descanso se pasa frente al tele - visor o en el peor de los casos frente a los videojuegos. En el trabajo, muchas veces las relaciones están ordenadas a la producción y el beneficio propio, no al desarrollo de la persona ni a las relaciones saludables; la inseguridad la- boral por la situación migrato- ria es común en la comunidad migrante, incluso bajo abuso, explotación y acoso; jornadas de trabajo extendidas con un salario que no es suficiente para sostener los gastos bási- cos de vivienda, alimentación y salud; es difícil pensar en invertir en la educación de los hijos en escuelas privadas por el entendido de que "no nos alcanza" y ni pensar en tener más hijos pues "no nos podemos dar ese lujo" – olvi- dándonos de la providencia y confianza en Dios. En la parroquia, nos falta un verdadero sentido de perte- nencia; seguimos pensando que nuestra parroquia es el lugar al que asistíamos cuando estábamos en nuestro lugar de origen, olvidando que es aquí donde hemos bauti- zado a nuestros hijos, donde asisten a la catequesis y están recibiendo sus sacramentos; olvidamos la responsabilidad sagrada de ofrendar a Dios las primicias de nuestro trabajo y apoyar a las necesidades de la parroquia; co- múnmente tenemos quejas de los servi- cios y liderazgo en la parroquia sin ser activos y responsa- bles en la solución. Dicho esto, ¿cómo podemos ser felices o aspirar a la felicidad que Dios quiere y ha puesto en el corazón de los hombres? La respuesta es sen- cilla: no busquemos fuera lo que ya tenemos dentro. Dios ha puesto la esperanza en nosotros: es uno de sus regalos para nosotros. Regresemos a la sencillez de vida. Preguntémonos: ¿Por qué o para qué necesitamos más? Recordemos nuestra niñez: ¿Qué tanto necesitába- mos? ¿Cuáles eran nuestras preocupaciones? ¿Quiénes son y dónde están mis amigos? ¿Cómo y dónde se encuen- tra mi familia? Estas son las verdaderas preguntas que debemos hacernos en este tiempo litúrgico. Es cierto que en la Cuares- ma el ayuno, la oración y la ofrenda generosa son básicas: debemos dar importancia a la primera hasta entenderla y hacerla nuestra. Después de- sarrollamos la segunda y luego la tercera, pero enfocados en las relaciones con los demás – teniendo al otro como centro de nuestras obras de miseri- cordia – ¡tal como lo hizo Jes- us! Recordemos su enseñanza en las Bienaventuranzas (Mt. ESPIRITUALIDAD POR ALFONSO LARA Por Ary Waldir Ramos Díaz. Aleteia.org La película está dedicada al grupo de periodistas del Boston Globe que ha destapado un es- cándalo de pedofilia en la Iglesia. Es obra del director Tom Mc- Carthy y está protagonizada por Michael Keaton, Mark Ruffalo y Rachel McAdams. El Oscar 2016 a la mejor pelí- cula: Spotlight. El apelo al recibir la estatua en la ceremonia del productor de la película, Michael Sugar: "Papa Francisco, es hora de proteger a los niños y restau- rar la fe". Spotlight y las palabras del productor Sugar están conge- ladas en el tiempo de los acon- tecimientos de los escándalos denunciados en EEUU hace ca- torce años. Por razones fílmicas de la historia, el antihéroe es la Iglesia institucional. Más allá de debates o dis- cusiones, pocos saben que los miembros de la Comisión Pon- tificia para la Protección de los Menores, instituida por el Papa, vieron la película en una pro- yección privada el pasado 4 de febrero (Crux). Y es un signo de la respuesta y los tiempos nuevos que corren en la Iglesia. "Esta película la deben ver to- dos los obispos y los cardenales, sobre todo los responsables de las almas, porque deben enten- der que es la denuncia la que salvará a la Iglesia, no la ley del silencio […]", dijo al periódico italiano La Repubblica Charles Scicluna, arzobispo de Malta y perito de la Congregación para la Doctrina de la Fe. "La película muestra cómo el instinto que estaba presente en la Iglesia, de proteger la buena reputación, fue un error. No hay misericordia sin justicia", expre- só Scicluna, quien preside un Tri- bunal de apelación en el ex oficio de la inquisición romana, apenas instituido por el Papa, en los ca- sos de abusos sexuales. Cierto es que la Comisión Pon- tificia para la Protección de Me- nores sigue su trabajo y no tiene vida fácil debido, entre otros fac- tores, a las críticas del británico Peters Saunders, víctima de abu- sos, que decidió apartarse del encargo. Saunders ha criticado a la co- misión porque estudia políticas y directrices para establecer las mejores prácticas a fin de evitar los abusos, "cuando deberíamos tomar decisiones contra los sa- cerdotes abusadores". En este sentido, la Comisión rememoró recientemente en un documento las palabras del Pa- pa, que en su discurso ante los obispos en Estados Unidos en septiembre de 2015 decía: "Me comprometo a la celosa vigilan- cia de la Iglesia para proteger a los menores y prometo que to- dos los responsables rendirán cuentas". Casos de sacerdotes a la justicia Entretanto, la reforma del pa- pa Francisco contra los abusos marca la responsabilidad moral y ética de la Iglesia de denunciar los abusos a la justicia. La Santa Sede publicó el 15 de febrero una declaración escrita por el cardenal Séan O'Malley y los demás miembros de la Comi- sión Pontificia para la Protección de Menores sobre "la obligación de indicar sospechas de abusos sexuales a las autoridades civiles". Cabe recordar que en el vue- lo de regreso de Ciudad Juárez a Roma (18.02.2016), el Papa Fran- cisco dijo: "Un obispo que cam- bia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederas- tia es un inconsciente y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia ¿Claro?" La olla podrida que destapó Ratzinger en el Vaticano En esa ocasión, Francisco en la entrevista durante el vuelo de re- greso de su viaje a México, rindió un homenaje al cardenal Ratzin- ger porque "luchó en momentos que no tenía fuerza para impo- nerse" e indicó que este trabajo escondido fue lo que preparó a "destapar la olla". El Pontífice recordó que el entonces cardenal Ratzinger (antes de ser papa Benedicto), "diez días antes de morir San Juan Pablo II, en aquel Vía Crucis del Viernes Santo le dijo a toda la Iglesia que había que limpiar las porquerías de la Iglesia". Por ello, enunció el papa Francisco, "lo elegimos por esa libertad. Desde aquel momento que hay en el Vaticano quien habla de corrupción". Tribunales ¿Qué hacen el Papa y los car- denales que lo asesoran para prevenir nuevos casos? El pontí- fice explicó varias de las medidas producto del trabajo de sus reu- niones con los cardenales que lo asesoran. La Congregación para la Doc- trina de la Fe no "da abasto con todos los" casos que tiene, por lo tanto, el Papa nombró "un tercer secretario adjunto" en ese orga- nismo "para que se encargue so- lamente de estos casos". Se trata de evitar más retrasos en los viejos casos y atender los nuevos. Por ello, el Papa habló de la constitución "del tribunal de apelación, presidido por monse- ñor Scicluna, que está llevando los casos de segunda instancia cuando hay recursos que vuel- ven a la primera instancia por- que "eso no es justo… hay que apurar porque estamos bastante atrasados en los casos porque van apareciendo casos". Comisión Entretanto, señaló el papa los progresos de la Comisión Pon- tificia para la Protección de los Menores conformada también por varones y mujeres víctimas de abusos. "Pero yo doy gracias a Dios porque se haya destapado esta olla y hay que seguir desta- pándola. Y tomar conciencia", sostuvo. La pederastia en la Iglesia "es una monstruosidad porque un sacerdote está consagrado para llevar a un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico". El Papa pidió que la Comisión promueva la responsabilidad lo- cal; los miembros están en con- tacto con varias conferencias episcopales y han presentado el tema de la protección de los me- nores a las Conferencias de Reli- giosos y a las Congregaciones. La petición del productor de "Spotlight" al Papa Francisco al ganar el Oscar FOTO SITIO OFICIAL DE SPOTLIGHT Continúa en la Página 15