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EL PUEBLO CATÓLICO JULIO 2015 2 Más allá de los titulares sobre Laudato Si L a encíclica del Papa Francisco sobre el medio ambiente, Laudato Si (Alabado seas), fue cubierta por los medios de prensa predeciblemente como una aprobación del cambio climático. Pero la encíclica va mucho más allá y ofrece pers- pectivas fundamentales, que la prensa ha pasado por alto o ignorado. Yo voy a destacar tres de ellas. "¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?" (Laudato Si, 160). Ésta es la primera preocupación que impulsa a Laudato Si. Y es ésta también la pregunta que he oído hacer con frecuencia a los padres de hoy, al pensar en el futuro de sus hijos. Para res- ponder a esta pregunta, uno tie- ne que lidiar con preguntas más grandes como "¿Cuál es el signi- ficado y el propósito de nuestra vida?" "¿Quién o qué es mi Dios?" y «¿Cuál es nuestra relación con toda la creación?» La respuesta a estas preguntas –que esta- mos hechos por y pa- ra Dios– es la primera idea que quie- ro destacar. El Papa Francis- co responde a estas pregun- tas señalando los libros del Génesis y los Salmos, donde aprendemos que la creación es una expre- sión del amor de Dios por la humanidad y que "todas (las creaturas) avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios" (83). En otras palabras, el significado y propósito de nues - tras vidas brotan de ser creados por y para Dios; y lo mismo se entiende respecto a la creación. Esta meta compartida y nues- tro origen común, apuntan a "tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el próji- mo y con la tierra" (66). Comprender esta interco- nexión cambiaría nuestra ma- nera de ver el mundo y nos lle- varía hacia lo que el Papa Fran- cisco ha llamado la "ecología integral", que es la segunda idea que me gustaría recalcar. Es im- portante tener en cuenta que el Papa Francisco parte de nuestra relación con Dios, que es la ba- se de las relaciones con nuestro prójimo y con la creación. Esto significa que si peco contra mi prójimo, contra la creación o contra Dios, estoy impactan- do todos los demás ámbitos de la vida, ya sea por el endureci- miento mi corazón o llevando a cabo una acción que perjudica a lo que el Papa llama "nuestra casa común". En este contexto, el Santo Pa- dre presenta y desarrolla el con- cepto de "la ecología integral," que toma en cuenta que la "la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana" (142). En otras palabras, el Papa Francisco está diciendo que una comprensión integrada del medio ambiente incluye a la naturaleza, a la eco- nomía, a la cultura y a nuestro prójimo, y que cualquier análi- sis de los problemas ambienta- les debe considerar todos estos aspectos. Es por ello que él desafía a los que justifican el aborto y la investigación con embriones humanos, al mismo tiempo que hace campaña para la protec- ción de la naturaleza (120, 136). Esa es la razón por la que se denuncia la falta de protección y de inversión en las cualidades de los em- pleados (124-126), la destrucción de las culturas por el relati- vismo (144) y la confusión de aquellos que no acep- tan su géne- ro biológico (155). Un ejemplo que el Papa dio podría ser útil para comprender esta forma integrada de ver el mundo. En el número 149, él dice que "la carencia extrema que se vive en algunos ambientes que no poseen armonía (…) facilita la aparición de comportamientos inhumanos y la manipulación de las personas por parte de or- ganizaciones criminales. Para los habitantes de barrios muy precarios, el paso cotidiano del hacinamiento al anonimato so- cial que se vive en las grandes ciudades puede provocar una sensación de desarraigo que fa- vorece las conductas antisocia- les y la violencia". El Papa Francisco, por lo tan- to, concluye que "no hay dos crisis separadas, una ambien- tal y otra social, sino una sola y compleja crisis socio-ambien- tal" (139). Esta perspectiva tiene un gran valor para todos los que están tratando de llevar el Evan- gelio al mundo moderno y se debe reflexionar en ella. La tercera idea que el Santo Padre ofrece en Laudato Si y que me gustaría destacar es la que afecta a muchos de nosotros. POR EL EXMO. MONSEÑOR SAMUEL J. AQUILA El Pueblo C A T Ó L I C O El Pueblo Católico (USPS 024-042 / ISSN 1936-1122) is published monthly by the Archdiocese of Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, and printed by Signature Offset in Denver. Periodical postage is paid in Denver, CO. Subscriptions: $ 12 a year in Colorado, $ 16 per year out of state. Postmaster, send address changes to: El Pueblo Católico, Circulation Dept., 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210. Editora interina: Carmen Elena Villa Directora General: Karna Swanson EL PUEBLO CATÓLICO, periódico en español de la Arquidiócesis de Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, Teléfono 303-715-3219, Fax 303-715-2045, E-mail: elpueblo@archden.org Por Cuatro puntos sobre la encíclica Laudato Si Ofrecemos cuatro maneras simples que pueden servir para entender mejor la Laudato Si, la primera encíclica del Papa Francisco dedicada a la ecología. Por Karna Swanson 1. Todo está conectado El Santo Padre usa palabras como conexión, interrelación, unidad, relación y armonía promoviendo así la idea de una "ecología integral", que reúne los términos de "ecología de la naturaleza" y "ecología del hombre". Tomando al Santo de Asís co- mo "ejemplo por excelencia" de alguien que vive una "ecología integral", el Papa nos hace ver que este santo era "un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravi- llosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consi- go mismo". Además Francisco destaca que cada persona está conec- tada por el hecho de que todos habitamos en la tierra que es nuestra "casa común". 2. Estamos desunidos La raíz del problema que debemos enfrentar juntos es la desunión. "Los relatos de la creación en el libro del Génesis contienen, en su lenguaje simbólico y na- rrativo, profundas enseñanzas sobre la existencia humana y su realidad histórica", escribe el Papa. "Estas narraciones sugieren que la existencia humana se ba- sa en tres relaciones fundamen- tales estrechamente conecta- das: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra". El Santo Padre menciona re- petidas veces que un "excesivo antropocentrismo", hizo que "la relación originariamente armo- niosa entre el ser humano y la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19)". 3. La tierra llora Cuando el hombre rompe su relación con Dios, con el prójimo y con la creación, es- tá atentando contra estas tres dimensiones. "Esta hermana (la tierra) cla- ma por el daño que le provoca- mos a causa del uso irrespon- sable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y do- minadores, autorizados a expo- liarla", dice el Papa al inicio de la encíclica. Francisco habla de la respon- sabilidad de la humanidad en el calentamiento del sistema cli- mático, "basado en el uso inten- sivo de combustibles fósiles". Él clama por la reducción de la emisión de carbón, además de otras medidas que podrían aliviar el estrés en los recursos de la tierra. También exhorta a la bús- queda de fuentes de energía limpias y renovables. Dice que el agua potable es un "derecho humano básico, fundamental y universal", e invita a tener prác- ticas con visión de futuro que respeten la biodiversidad de la tierra y busquen proteger las especies en vía de extinción. Igualmente, señala cómo la mala utilización de las nuevas tecnologías pueden contribuir a este deterioro. 4. Llamado a la conversión "Los desiertos exteriores se multiplican en el mundo por- que se han extendido los de- siertos interiores", dice el Papa citando a Benedicto XVI. Por ello, "la crisis ecológica es un llamado a una profunda con- versión interior". El Santo Padre llama a todos los cristianos, incluso a aque- llos que tienden a "burlarse de las preocupaciones por el me- dio ambiente" a "dejar brotar todas las consecuencias de su encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que los rodea". Con su encíclica el Papa bus- ca que toda la gente aproveche la naturaleza con "apertura al estupor y a la maravilla", a ver la creación como un don del Crea- dor y a hablar de la creación con el "lenguaje de la fraternidad y de la belleza". "Si nos sentimos íntimamente unidos a todo lo que existe", dice el Papa, "la so- briedad y el cuidado brotarán de modo espontáneo". FOTO DE L' OSSERVATORE ROMANO "No podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social", dice el Papa. Continúa en la Página 10

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