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EL PUEBLO CATÓLICO MAYO 2015 5 TESTIMONIOS Por Carmen Elena Villa El próximo 16 de mayo el Arzobispo Aquila ordenará cinco nuevos sacerdotes. Dos de ellos son hispanos. Nuevos sacerdotes para Denver El diácono Erik es el mayor de cuatro hermanos. Nació en Calvillo, una locali- dad de casi 60.000 habitantes ubicada en el estado de Aguascalientes, México. En sus 26 años se la ha pasado entre México y Estados Unidos. Erik recuerda que con solo siete años asistía con su abuelo, que fue cristero, a misa de 6 a.m. "Yo tuve la inquietud de ser sacerdote desde muy pequeño", con- fi esa. "Me enamoré de la parroquia, del sacerdocio, de cómo el sacerdote está re- lacionado con la gente, con los acólitos". El diácono comparte que su abuelo solía contarle la historia de los cristeros (1926 - 1929), que fueron los cristianos que lucharon contra las medidas que querían silenciar la libertad religiosa en México. "Me dijo que detrás de la parroquia había un túnel que conectaba con las casas porque a los fi eles se les prohibía ir a misa", cuenta el futuro sacerdote. "Y yo no le creí nada, hasta que después comprobé que todas las historias que me contaba eran ciertas". "Me di cuenta de que muchos de mis antepasados sufrieron persecuciones y mucha gente dio su vida por la fe", y así persistía el anhelo por la vocación al sacerdocio. Sin embargo, durante su juventud, la idea de entregarle su vida al Señor se fue evaporando por diferentes atracti- vos que en un momento le desviaron la mirada. "Luego regresé a Estados Unidos y tu- ve un encuentro más cercano con Dios, un tú por tú y ahí le dije: «¿Qué quieres de mí? ¿Quieres que sea sacerdote?, ¿O quieres que me ofrezca a una vida pues diferente, una vida laica?»". "Y lo único que recuerdo fue que le dije: «te voy a decir que sí y tú vas a poner los medios »". Y así Erik ingresó al seminario. Una parte de su formación la realizó en Den- ver y otra en México. Una de las cosas que más valora de este tiempo "son los amigos" pues ellos son "la manera como encontré a Cristo". "Hubo momentos en los que me sentí muy solo, pero luego, a través de la amistad encontré a Cristo", comparte el diácono. Aunque todavía desconoce la parro- quia que le será asignada, Erik manifes- tó que desea trabajar con la comunidad hispana. "Tenemos una religiosidad po- pular inmensa y hermosa, pero necesi- tamos fundarla en una buena cateque- sis", dice. El futuro sacerdote está seguro de que la sangre que derramaron sus ances- tros ha dado un buen fruto en su tierra: "Siempre me ha sorprendido que don- de hubo cristeros hay vocaciones al por mayor. Mi parroquia en Calvillo tiene actualmente 14 seminaristas estudian- do. (…) Y ahora tenemos el lujo de ex- portar vocaciones a otras partes de Esta- dos Unidos y de México. Admiro mucho cómo sufrieron, cómo se entregaron por amor a Cristo. Ahora yo confi gurándo- me a Cristo como sacerdote, tengo una mayor exigencia y es la de dar un mayor testimonio", concluye. El diácono Franklin tenía solo sie- te años de edad cuando, junto con su familia, ingresó en una comunidad del Camino Neocatecumenal por medio de su parroquia. A los 15 años Franklin escuchó el lla- mado de Dios a ser sacerdote, aunque entonces no lo siguió: "quise buscar la felicidad en muchas cosas, con mis amigos, irme de fi estas, de parranda. Pero cada vez descubría que no era completamente feliz". Algunos encuentros vocacionales en el Camino Neocatecumenal le inquie- taban hondamente: "había algo que me tocaba, algo dentro de mí que no me dejaba. Quería pararlo pero no podía". Y la voz Señor fue más fuerte: "re- cuerdo que estaba pasando un tiem- po muy difícil, no era feliz con lo que estaba haciendo, con mi vida misma. En ese momento sentí el llamado de abandonarlo todo. De dejar mis planes. Yo estaba estudiando Administración de Empresas en la universidad. Tenía una propiedad para construir, estaba trabajando como taxista a medio tiem- po, pero dejé todo para seguir a Dios", cuenta el diácono. Cuando un integrante del Camino Neocatecumenal quiere entrar al semi- nario, debe pasar antes por un tiempo de discernimiento para confi rmar su llamada. Después de haber tomado la deci- sión de entrar en uno de los seminarios Redemptoris Mater, Frankl in fue invi- tado a participar en un retiro vocacio- nal en Italia. Teniendo en el corazón la disponibilidad de poner su vocación presbiteral al servicio de la Iglesia Uni- versal en cualquier parte del mundo, Franklin aceptó ser escogido por sor- teo para ser formado en el seminario diocesano misionero internacional de Denver. Llegó aquí en el 2002. Los primeros años no fueron fáciles, ya que Franklin es el menor y el único varón de la familia. Nunca había salido del país y no conocía el idioma. "Yo cre- cí muy egoístamente porque otros me servían: mis hermanas, mi mamá. Aho- ra yo soy quien debe entregar mi vida y servir a los otros", confi esa. En los más de 100 seminarios Redemp- toris Mater, presentes en los cinco conti- nentes, se forman candidatos que han descubierto y madurado su vocación en el Camino Neocatecumenal. En sus 12 años de formación, Franklin anunció el Evangelio en diferentes partes de los Estados Unidos, tal como Jesús envió a sus discípulos: "no llevábamos dinero, no sabíamos dónde íbamos a hospe- darnos, pero descubrimos que Dios es un Padre, que provee, que siempre nos da un lugar donde estar, con todo lo que necesitamos", anota el futuro sacerdote, quien ahora sirve como diácono en la parroquia Queen of Peace, Aurora. A pocos días de su ordenación sacer- dotal, Fraklin se siente "contento con las cosas que Dios ha hecho en mi vi- da, al ver la importancia de la misión, del sacerdocio, de dar la vida. Esto para mí es algo que me sobrepasa". DESCUBRIÓ SU LLAMADO UN JUEVES SANTO El diá- cono Greg Lesher na- ció en 1984 y creció en Chicago junto con sus tres hermanos. Luego de terminar el colegio vino a Colorado donde estudió Desarrollo In- ternacional con énfasis en Asistencia Humanitaria en la Universidad de Denver. Cuenta que escogió esta carrera porque quería "dedicar mi vida a ayudar a los demás". Hace nueve años, durante una misa de Jueves Santo le preguntó al Señor qué quería de su vida. "Me sorprendí al sentir en mi corazón y casi escuchar que Dios quería que fuera sacerdote", dijo Greg. Él trató de decir que no, pero "pero Dios siguió llamándome día tras día hasta que dije que lo intentaría". Y aunque pensó que no lo lograría, hoy Greg está a punto de recibir el sacramento del orden sacerdotal. "Dios me conoce más de lo que yo me conozco. Estoy muy contento porque Él me con- venció de decirle que sí", confi esa el diácono. ATESORAR LOS AÑOS EN EL SEMINARIO Joe Mcla- gan nació en 1985 en Kansas City, Mis- souri. A los 11 años se mudó a Colorado y estudió li- cenciatura en Filosofía en la Universidad de Northern Colorado. Es el mayor de tres hermanos. "Estoy continuamente orando al Señor para que me dé la paz y la fortaleza mientras termino este tiempo en el seminario y comienzo, con la gracia de Dios, a ser un buen sacerdote a su imagen, para los que voy a encontrar", comparte el futuro sacerdote. Joe muestra su gratitud por este tiempo en el semi- nario y en especial por la comunidad que lo ha acom- pañado en este proceso de formación sacerdotal. Después de su ordenación estará compartiendo con su familia y esperando la misión que le asigne el arzobispo Samuel Aquila., según dijo en dialogo con El Pueblo Católico. ERIK VIGIL, DESCENDIENTE DE LOS CRISTEROS FRANKLIN SEQUEIRA, VOCACIÓN DE MISIONERO DE ESTUDIANTE DE FÍSICA A SACERDOTE Tomasz Strzebonski es polaco. Su búsque- da comen- zó cuando era estu- diante de física. En medio de libros y experimen- tos, el joven Tomasz descubrió que tenía una gran sed de algo más grande. Algo que le diera un mayor sentido a su vida. Así fue como ingresó al seminario en Polonia. Dos años después sintió que Dios le pedía todavía más: Tomasz descubrió que Dios lo llamaba a ser sacerdote misionero en Estados Unidos y se trasladó a estudiar al seminario SS. Cyril & Methodius Seminary (SSCMS) en City of Orchard Lake Village, Michigan. Allí se forman los seminaristas venidos especial- mente de Polonia. Tomasz será ordenado en Denver el próximo 16 de mayo y servirá en esta Arquidiócesis. FOTO DE DANIEL PETTY

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