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EL PUEBLO CATÓLICO DICIEMBRE 2014 2 Religiosos y consagrados deben '¡despertar al mundo!' E n general cuando pensamos en el inicio de un nuevo año, muchos pensamos en el 1ero de enero. En la vida de la Iglesia, en cambio, el año nuevo empieza en Adviento, que se ini- ció el domingo 30 de enero. Pero este Adviento es diferente al de años anteriores, porque el Papa Francisco ha decidido lanzar el Año de la Vida Consagrada ese mismo día. Este Año de la Vida Consagra- da está dedicado a celebrar la vocación a la vida consagrada y a promover una renovación entre todos aquellos que ya han respondido al llamado de Cristo. El 21 de noviembre, el Papa Francisco escribió una Carta Apostólica a todos los consagra- dos y consagradas, que puede encontrarse en la página web del Vaticano. Los aliento a leer la carta. En ella, el Papa señala que "la vida consagrada es un don para la Iglesia, nace en la Iglesia, crece en la Iglesia, está totalmen- te orientada a la Iglesia". Al iniciar este año, les pido que se unan a mí para dar gracias a las decenas de miles de consagrados y consa- gradas que han entre- gado sus vidas a Cristo y a su Iglesia. Al mismo tiempo, aliento a todo aquel o aquella que esté discer- niendo cuál es el llamado de Dios en su vida, a preguntarle si lo es- tá llamando a la vida consagrada. Todo cristiano está llamado a seguir al Señor con radicalidad, a dejarlo todo. En su carta apos- tólica, el Papa Francisco plantea una pregunta a todas las perso- nas consagradas que es válida también para todo auténtico discípulo: "¿Es realmente Jesús el primero y único amor, como nos hemos propuesto cuando profesamos nuestros votos? Sólo si es así, podremos amar en la verdad y la misericordia a toda persona que encontramos en nuestro camino". Los exhorto a todos a meditar en esta pregunta durante este año. Actualmente, tenemos la ben- dición de contar con 28 comu- nidades religiosas masculinas y más de 30 congregaciones religiosas femeninas sirviendo en la Arquidiócesis de Denver. A través de este amor generoso por Cristo, la Iglesia en el Norte de Colorado es capaz de cuidar a los enfermos, los pobres y los ancianos; de proveer educación y de servir en nuestras parro- quias. La Iglesia y el mundo en toda su extensión son también sostenidos por las oraciones ocultas de aquellos hombres y mujeres que han respondido al llamado a la vida contemplativa. En una reunión con los supe- riores de comunidades religio- sas, llevada a cabo en noviembre de 2013, el Papa Francisco también abordó la pregunta de cómo promover una renova- ción de la vida religiosa y atraer más gente hacia ella. Citando al Papa Benedicto XVI, dijo "… la vida religiosa debe permitir el crecimiento de la Iglesia por el camino de la atracción". "El testimonio que puede atraer verdaderamente", dijo en ese entonces el Papa Francisco, "es aquel relacionado con las ac- titudes que no son las habitua- les: la generosidad, el desapego, el sacrifi cio, el olvidarse de sí para ocuparse de los otros". Este modo de vida "es un signo de alarma" para la gente y les muestra que "es posible vivir de un modo distinto en este mundo". "La Iglesia debe ser atractiva, ¡Despertad al mundo! ¡Sean testimonio de un modo distinto de hacer, de actuar, de vivir!", desafi ó el Papa Francisco a los superiores. Lograr esto requiere de una renovación de la vida consagrada, y de la voluntad de buscar a Dios y retornar al "gozo del momento en que Jesús me miró a los ojos". Esto es algo que todo creyente debe hacer, sin importar su vocación. De un modo particular, aquellos llamados a la vida consagrada, deben dejar que la mirada amo- rosa de Jesús alimente e inspire sus almas, sus oraciones, sus ministerios y sus comunidades religiosas. El Evangelio en su totalidad y verdad deber ser el corazón de cada comunidad. Cuando el amor a Cristo y a su Iglesia es el fundamento de la vida de una persona consagra- da, entonces inevitablemente nos llevará hacia el atractivo testimonio de la alegría. En la reunión de julio de 2013 con seminaristas y novicios, el Papa Francisco describió el gozo que viene del encuentro con Cristo de esta manera: "Al llamaros, Dios os dice: «Tú eres importante para mí, te quiero, cuento contigo». Jesús, a cada uno de nosotros, nos dice esto. De ahí nace la alegría. La alegría del momento en que Jesús me ha mirado. Comprender y sentir esto es el secreto de nuestra alegría". Sea cual sea tu vocación, el resultado de seguir a Cristo fi el- mente traerá gozo a tu corazón. POR EL EXMO. MONSEÑOR SAMUEL J. AQUILA El Pueblo C A T Ó L I C O Editora: Mayé Agama Directora General: Karna Swanson EL PUEBLO CATÓLICO, periódico en español de la Arquidiócesis de Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, Teléfono 303-715-3219, Fax 303-715-2045, E-mail: elpueblo@archden.org Continúa en la Página 12 La alegría de ser totalmente de Cristo 1 CARTA APOSTÓLICA DEL PAPA FRANCISCO A TODOS LOS CONSAGRADOS CON OCASIÓN DEL AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA. Por Mayé Agama Más de 700,000 hombres y mujeres en el mundo celebra- rán este año con gozo el mo- mento en que Jesús los miró a los ojos y les dijo «Tú eres importante para mí, te quiero, cuento contigo». El Papa Fran- cisco, primer pontífi ce religioso después de 182 años en la vida de la Iglesia, ha convocado al año de la Vida Consagrada que se inició el 30 de noviembre y terminará el 2 de febrero de 2016, con la fi esta de la Presen- tación de Jesús. Para vivir plenamente este año, el Santo Padre ha invita- do a todos los consagrados del mundo a mirar el pasado con gratitud, vivir el presente con pasión y abrazar con esperan- za el futuro, para así desper- tar al mundo. También los ha alentado a que este año sea una ocasión "para proclamar al mundo con entusiasmo y dar testimonio con gozo de la santidad y vitalidad que hay en la mayor parte de los que han sido llamados a seguir a Cristo en la vida consagrada" 1 Este testimonio se ve en muchos religiosos y consagra- dos que viven aquí en Denver, amando a Dios y sirviendo a los demás. Algunos de ellos com- parten con El Pueblo Católico las alegrías de vivir una voca- ción que tiene como primer y único amor a Jesús. «El gozo de tener una íntima relación con Jesucristo; el gozo de saber que soy verdaderamente amada por Él y que soy libre para amar a otros, tal como Él me ama a mí. Algunas veces, no soy capaz de amar como Él me ama, pero incluso en mis caídas, me doy cuenta que Dios me ama tanto, mucho más de lo que alguna vez habría podido imaginar. ¡Y eso me llena de una inmensa alegría!». La hna. Francisca Igweilo, hizo su primera profesión religiosa en la Orden Dominica hace 25 años. Ella trabaja actualmente como Defen- sora del Vínculo en el Tribunal Eclesiástico de Denver. «Hoy, después de 37 años de mi vida como dominico, sigo descubriendo cada día el gozo y la esperanza que hay en compartir la vida con hermanos imperfectos –como yo- pero que rezan juntos, viven juntos, estudian juntos y predican la Palabra de Dios. Puedo ser yo auténticamente, y a la vez estar llamando a ser más. ¡Qué hermoso es vivir los hermanos juntos! (Salmo 133). Tanto en los momentos buenos como en los difíciles, encuentro este pasaje hecho vida en nuestra Orden». El P. Robert Keller, es sacerdote dominico. FOTO DE LARA MONTOYA FOTO PROVISTA

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