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EPC - Noviembre 2014

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EL PUEBLO CATÓLICO NOVIEMBRE 2014 10 E n este mes de noviembre celebra- remos en Estados Unidos el Día de Acción de Gracias. Sin duda una de las celebraciones más importantes de este país. Para el norteamericano es una fiesta que celebra el fin del ciclo de cosechas, la llegada a esta nueva tierra y símbolo de paz y armonía con los nativos. Es un día especial de familia para reunirnos y conmemorar en agra - decimiento el don de la vida en este año que está por concluir. Es una festividad también para dar, hacer donaciones a los grupos caritativos de preferencia, comprar regalos y sobre todo pasar tiempo en familia. Al ser una fiesta familiar, los hispanos la hemos adoptado con alegría. Sin embargo, algu- nos nos referimos a ella simple y erróneamente como "el día del pavo". Pero se trata de mucho más que el día del pavo; se trata de la fiesta de Acción de Gracias, un día para recordar, convivir como familia. No sólo son las ofertas del viernes, sino tam - bién el dar gracias por esta tierra que nos ha acogido y por los que se han quedado en nuestros países. Podemos hacerlo comiendo pavo, res o cualquier otra carne, pero que no pierda el sentido de dar gracias por cualquiera que sea el motivo o sólo por el hecho de estar vivos; así estaremos siendo fieles al sentido tradicional de la celebración norteamericana. Es maravilloso que la celebremos, pero llamémosle día de Acción de Gracias y no día del pavo. La palabra gracias, como muchas otras palabras en el idioma español proviene del latín. Particularmente la palabra proviene de "gratia" o "gratus" cuyo signi- ficado final sería "darle honor y alabanza a otro reconociéndole un favor". Por ello, el Día de Acción de Gracias es un día para reunirnos como familia y dar gracias a quien merece todo el honor, la gloria y la alabanza, a Dios. ¡Qué diferentes serían nuestras vidas si fuésemos agradecidos! Si supiéra- mos reconocer que todo lo que tengo, todo lo que soy, todo lo que hago, es un don. Un regalo. Que cada segundo que respiro es un milagro. Que cada sonrisa de mis hijos y cada palabra de amor es un don. Viene de Dios… es gratis… por eso decimos gracias. Durante todo el año lo pasamos viviendo para nosotros y recibiendo toda la gloria por nuestros logros. En este día, nos toca corregir, re- cordar que la gloria, la honra la merece Él, dado que me sostiene a cada minuto. ¿Y si las cosas fueran mal? También debemos dar gracias. Reconocer que soy débil, que puedo fracasar, que puedo ser lastimado, que puedo sufrir la pérdida y la derrota. Y por ello, darle honra a quien la merece. Lo único que puedo decir es que debemos aprender a vivir en continua acción de gracias hacia Dios por cada momento que tenemos la oportunidad de disfrutar de la vida. Debemos saber darle gracias al creador por cada oportunidad, buena o mala, porque de las malas también se aprende. Como dijo el santo Job: "Si aceptamos de Dios los bienes, ¿Por qué no vamos a aceptar los males que Él permita que nos sucedan?" (Job 2, 10); o bien, "Dios me lo dio, Dios me lo quitó, ¡bendito sea el nombre de Dios!" (Job 1, 21). En estas fiestas de Acción de Gra- cias, reunámonos en familia, oremos juntos. Quizá podemos ir alrededor de la mesa y preguntarnos por qué esta- mos agradecidos este año. Sobre todo porque cuando decimos gracias no nos hacemos pequeños al honrar a otro, al contrario, nos agrandamos dado que sabemos quiénes somos, nuestras forta- lezas y virtudes. Y Dios se alegra cuando reconocemos que Él es nuestro Dios y Señor… cuando le damos la honra que es suya y que Él merece. Por las bendiciones y los retos de cada día, digamos Gracias. ESPIRITUALIDAD POR LUIS SOTO habla de niños refugiados, y se lucha por parar las deportaciones masivas, poco se habla del daño que los jóvenes sufren debido a este flagelo. Efectos psicológicos, emocionales y físicos Según la psicoterapeuta Vionethe Villa- toro, experta en terapia familiar, el trauma más común que se ve en estos casos es la ansiedad de separación; éste es un trau- ma que se genera luego de que un niño es separado de sus familiares, especialmen- te de la mamá. Pero más adelante pueden surgir problemas mayores, principalmen- te en el caso de los niños que emigran ilegalmente solos al país, ya que pueden presentar múltiples traumas, debido a los problemas sufridos durante su travesía. Según Villatoro, la autoestima del niño se puede ver afectada por el sentimiento de abandono que deriva de la ansiedad de separación. "Esta ansiedad se manifiesta en problemas de depresión, trastornos de sueño, entre otros", dijo la experta. La fal- ta de interés académico o incluso la mala conducta y rebeldía agudizada también pueden ser problemas ocasionados en estos jóvenes por la inseguridad. La psico- terapeuta también sugiere que debido a todos estos posibles problemas, el futuro de los jóvenes se verá afectado ya que esto reducirá no solo sus oportunidades profe- sionales sino que además, intervendrá en su vida familiar y desarrollo social. ¿Cómo ayudar? Tanto en el caso de los niños inmigran- tes como en el caso de los niños ciuda- danos americanos, afectados por este flagelo, hay acciones que deben tomarse. Villatoro sugiere proteger la salud mental de los muchachos, y para ello recomienda aplicar "terapia preventiva". Dirigiéndose a los adultos, la psicoterapeuta dice: "Pla- tiquen de sus angustias y de sus preocu- paciones a puerta cerrada. Los niños no tienen la capacidad de discernir lo bueno de lo malo; ellos absorben el temor que los padres transmiten". En el caso de los niños inmigrantes que han viajados solos, la experta acon- seja que se les brinde apoyo profesional lo más pronto posible, para ayudar a dis- minuir los efectos post-traumáticos que estos chicos puedan presentar. Niños Viene de la Página 5 GRACIAS

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