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EL PUEBLO CATÓLICO NOVIEMBRE 2014 7 SIRVIENDO A LA COMUNIDAD CATÓLICA DE DENVER DESDE 1890 La herencia detrás de nuestros mortuorios y cementerios es aquella de historia y tradición. Por más de un siglo, familias católicas han confiado al Cementerio y Mortuorio Olinger, el cuidado de sus seres queridos; debido a que el respeto que tenemos a sus tradiciones, nuestra comprensión de las necesidades de la fe Católica y el proveer opciones asequibles están en el corazón de lo que hacemos. Contacte a Daniel para planes de servicios funerarios a futuro. Él lo ayudará con todos los servicios que ofrecemos las 11 capillas que Olinger tiene en Denver. ¡Estamos orgullosos de poder servir a la comunidad Católica de Denver! Daniel Herrera Consejero de planes a futuro (720) 670-9958 www.denverfuneralproviders.com Abarrotes, Panaderia, Productos Mexicanos, Carne y mariscos frescos. Frutas y verduras Pan Dulce y Pasteles para toda ocasión. Aparte ya para sus Fiestas! Tel. (303) 696-9047 2260 S Quebec, Unit I, Denver CO 80231 hacer para que no seamos como dijo el Santo Padre hace meses, "cristianos me- lancólicos con más cara de pepinillos en vinagre que de personas alegres que tie- nen una vida bella"? ¿Qué tal si cantamos más, si sonreí- mos más a la gente, si pintamos con más colores los salones donde damos cate- quesis, si nos miramos más a los ojos para descubrir en mi hermano la alegría que rebosa del corazón de Jesús? ¡La alegría de Jesús se te nota! Una anécdota china cuenta de dos personas que viendo desde arriba de un puentecito a los peces en el agua, uno de ellos dice, "¡mira qué alegres es- tán los peces!" Y el otro le contesta, "¿y tú cómo sabes que están alegres si tú no eres pez? Le responde: "Por la alegría que estoy sintiendo en mi corazón". No te queda otra: si te has encontrado per- sonalmente con Jesucristo y Él te ha contagiado la alegría que rebosa de su corazón, tú mismo te llenarás de ale- gría y tu vida se convertirá en un Evan- gelio: El anuncio de lo maravilloso y feliz que es cuando uno se encuentra personalmente con Jesús de Nazaret. La vida se convierte en misión, o me- jor dicho, en evangelización. Habrá color, fuego, entusiasmo, y mucho fru- to. Hombres y mujeres vendrán a pre- guntarte sobre la fuente de tu paz, de tu alegría y de tu capacidad de amar. Y tú tendrás una sola respuesta para dar: ¡Jesús! No cabe duda de que Jesús es nuestro mensaje más precioso y nues- tro argumento más convincente. La Exhortación Apostólica "La Ale- gría del Evangelio" continúa indican- do caminos para la Iglesia en los años porvenir. Pero el alma, a mi entender, y la fuerza de este documento, está en estos principios señalados al inicio del documento. Valdría la pena que los grupos de ora- ción, los movimientos, los catequistas y todos los que de algún modo u otro es- tán más comprometidos en la vida pa- rroquial, dedicaran algún tiempo a leer, refl exionar y compartir sobre el conte- nido de este estupendo documento que nos ha dado el Papa Francisco. De ahí podrían salir muchas y valiosas ideas para llevar a nuestros hermanos y hermanas a encontrarse con un Cristo vivo, que llene sus vidas de alegría y los transforme a su vez, en evangelizadores con la palabra y con la vida. Un eslabón más de la cadena que se remonta hasta el mismo Jesús; ese Jesús de la sonrisa sincera y de la risa abierta, porque no le cabe más felicidad en su corazón pues sabe que su Padre lo ama. «Volveré a veros y se alegrará vuestro corazón, y nadie os podrá quitar vuestra alegría» (Jn 16,22). Después ellos, al verlo resuci- tado, «se alegraron» ( Jn 20,20). El libro de los Hechos de los Apóstoles cuenta que en la primera comunidad «toma- ban el alimento con alegría» (2,46). Por donde los discípulos pasaban, había «una gran alegría» (8,8)… "¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría?" (n. 5), pregunta el Papa Francisco. ¿Le entras tú también? *El P. Rodriguez es Párroco de Holy Cross, Thornton. del Evangelio FOTO DE ANA GALVÁN DE TISCAREÑO y feliz que es cuando uno se encuentra personalmente con Jesús de Nazaret. FOTO DE WALTER VARGAS "río de alegría" que brota del Evangelio.