elpueblocatolico

EPC - Junio 2013

Issue link: https://elpueblocatolico.uberflip.com/i/377695

Contents of this Issue

Navigation

Page 1 of 13

EL PUEBLO CATÓLICO JUNIO 2013 3 EL PUEBLO CATÓLICO JUNIO 2013 2 Espíritu Santo, cuando no lo ven. Al respecto el Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: ««Nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu de Dios» (1 Co 2, 11). Pues bien, su Espíritu que lo revela nos hace conocer a Cristo, su Verbo, su Palabra viva, pero no se revela a sí mismo. El que «habló por los profetas» nos hace oír la Palabra del Padre. Pero a él no le oímos. No le conocemos sino en la obra mediante la cual nos revela al Verbo y nos dispone a recibir al Verbo en la fe. El Espíritu de verdad que nos «desvela» a Cristo «no habla de sí mismo». Un ocultamiento tan discreto, propiamente divino, explica por qué «el mundo no puede recibirle, porque no le ve ni le conoce», mientras que los que creen en Cristo le conocen porque Él mora en ellos.» (CIC 687). Orar y abrir nuestro corazón al Espíritu Santo signifi ca que a pesar de no poder verlo, tene- mos que estar dispuestos a dejar que Dios actúe en nuestras vidas. Una oración tan sencilla como decir "¡Ven, Espíritu Santo!" pue- de cambiar nuestras vidas, por- que esa oración por sí misma, nos abre a lo que Dios nos ofre- ce; nos dispone a la gracia, pero sobre todo nos permite experi- mentar el poder del Espíritu. Estoy convencido de que si nosotros nos abrimos al Espíritu Santo, nuestra relación con Dios Padre va a ser más fi lial y que nuestra experiencia con Jesucris- to será más profunda. Lo único que tenemos que hacer es pedir- le que nos ayude. No me queda más que invitarte a que comien- ces con tu oración diciendo "¡Ven, Espíritu Santo!" * El P. Mauricio es Párroco de St. William y Director espiritual del Movimiento de Renovación Carismática. Educación sexual en escuelas públicas atenta contra la familia "Los padres son padres para la vida eterna", refl exionaba el padre John Hardon, SJ. "Dios les da niños en este mundo, pero no para este mundo". El P. Hardon tenía razón. La vo- cación de los padres es la de pre- parar a sus hijos para el destino eterno, para una vida en Jesucris- to, compartiendo el mismo cielo. El trabajo de los padres es el de preparar hijos que sean santos; que sean conscientes de su valor, dignidad y belleza, como hijos e hijas redimidos por el Padre. No es fácil preparar hijos para que sean santos. Ello implica tomar la responsabilidad de la formación y educación muy seriamente. Y eso signifi ca pro- teger a los hijos de las mentiras de este mundo, y de las mentiras de Satanás respecto del pecado y de la muerte, sobre la dignidad y sobre la sexualidad. Un estado responsable apoya la vocación de los padres. Reconoce que los padres son los prime- ros educadores de sus hijos, y reconoce la soberanía de la autori- dad paterna. Un estado responsable colabora y ayuda en la educación de los hijos, pero nunca puede socavar la legítima autoridad de los padres, o ignorarla. La semana pasada, el gobernador John Hickenlooper convirtió en ley un Proyecto de Educación Sexual Integral. Se- gún esa ley, las escuelas públicas de Colorado deberán ofrecer instrucción a estudiantes de pri- maria y secundaria, sobre el uso de contraceptivos, la legitimidad de las relaciones homosexuales, la fornicación, y la disponibili- dad del aborto. La ley también prevé dar fondos a las escuelas que imple- menten programas y currícu- lums de educación sexual, desde la primaria. Lo más problemático no es sólo el contenido del progra- ma, sino que será ofrecido sin el permiso de los padres. Los padres que no quieran que sus hijos reciban estos contenidos, deberán contactar a la escuela para retirarlos del programa. Los padres que quieren edu- car hijos santos, deberían estar profundamente preocupados. La verdad es que Satanás miente a los niños sobre la sexualidad, con el fi n de alejarlos de las relaciones honestas con sus padres y con Dios. Los hijos que comprenden el Plan de Dios sobre el matrimonio y la sexua- lidad, pueden vivir en contacto con sus padres, aunque esto sea difícil. Dios llama a los padres, y no al estado, a hablar abierta y honestamente con sus hijos sobre la sexualidad, con el fi n de revelarles la imagen del amor de Dios, impreso en la familia. La ley de educación sexual de Colorado, socava la vocación de los padres. Más aún, expone a los hijos a mentiras que les dejarán heridas de por vida, que desordenarán sus relaciones con Dios y con los demás. Invito con urgencia a los padres a que revisen los currícu- lums del programa que va a ser ofrecido a sus hijos; la mayoría de los padres quedarán trauma- dos por su contenido. Hace algunas semanas, el New York Times se negó a imprimir un aviso de página entera, que reproducía las imágenes de un programa de educación sexual diseñado por Planned Paren- thood. Según el periódico, las imágenes eran "dema- siado gráfi cas". El Times tenía razón. Las imá- genes eran demasiado gráfi cas para adultos y defi nitivamente de- masiado gráfi cas para nuestros niños. Rezo para que todos los padres contacten las escuelas a las que asisten sus hijos, para que los eximan de esta educación sexual desviada. Y rezo para que los padres seriamente conside- ren enviar a sus hijos a escuelas católicas. Las escuelas católicas de la Arquidiócesis de Denver se asocian con los padres para revelar la verdad, respetando a la vez, la dignidad de la familia. Para muchas familias, una escuela católica puede implicar un sacrifi cio fi nanciero. Gra- cias a Dios en la Arquidiócesis de Denver, hay becas y dona- ciones disponibles para que la educación católica sea una posibilidad asequible. Aun así, los presupuestos familiares son frecuentemente apretados. Pero la vocación de los padres es la de proporcionar antes que nada, una formación y educación que dirija a los hijos hacia una relación con Jesucristo. En Colorado, nuestras escue- las públicas están implemen- tando un programa que socava la autoridad de los padres y la dignidad de la sexualidad. Ruego para que los padres encuentren maneras de renunciar a este programa, o que proporcionen una educación alternativa, de tal manera que la educación co- mience con la familia y termine con la vida eterna, en el cielo. POR EL EXMO. MONSEÑOR SAMUEL J. AQUILA TU IGLESIA TE RESPONDE El Pueblo C A T Ó L I C O El Pueblo Católico (USPS 024-042 / ISSN 1936-1122) is published monthly by the Archdiocese of Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, and printed by Signature Offset in Colorado Springs. Periodical postage is paid in Denver, CO. Subscriptions: $ 12 a year in Colorado, $ 16 per year out of state. Postmaster, send address changes to: El Pueblo Católico, Circulation Dept., 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210. Editora: Mayé Agama Directora General: Karna Swanson EL PUEBLO CATÓLICO, periódico en español de la Arquidiócesis de Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, Teléfono 303-715-3219, Fax 303-715-2045, E-mail: elpueblo@archden.org Se ha tenido noticia de la generación de un embrión humano por clonación "con fi nes terapéuticos", por parte de un laboratorio privado en los Estados Unidos, hace sólo unas semanas. Los Obispos del país han manifestado su grave preo- cupación frente a este supuesto "logro científi co" porque atenta contra la dignidad humana. En palabras de Monseñor Jorge De los Santos, este hecho debe de provocar una enérgica condena no sólo de la Iglesia Católica, si- no de toda la humanidad. Aquí sus refl exiones al respecto: ¿ Qué es la clonación? Es el procedimiento científi co que consiste en tomar el material genético de un organismo para obtener otro idéntico, denominado clon. A través de la clonación, no hay una unión de óvulos con esper- matozoides. En sentido amplio, se entiende por clonación la generación de una entidad biológica idéntica a otra enti- dad: en el caso que nos ocupa nos referimos a la clonación de seres humanos: es decir, a la obtención de seres humanos genéticamente idénticos a un ser humano ya existente. De acuerdo a la Teología Moral Católica, el embrión es un ser humano y clonarlo es un hecho abusivo y moralmente censurable. Además, decir que se realiza la clonación con fi nes terapéuticos agrava el proble- ma, ya que no se puede crear un individuo para después desecharlo en benefi cio de otro. Debemos recordar que un embrión, aunque tenga pocas células, tiene el estatus de persona. La clonación "con éxito" anunciada por el laboratorio estadounidense Advanced Cell Technology ofende al ser huma- no como género y ofende tam- bién la verdad de la procrea- ción, que debe realizarse con el encuentro de dos gametos. El Beato Juan Pablo II condenó los experimentos con embriones, al afi rmar que no hay hombre ni autoridad humana que pue- da disponer libremente y de manera deliberada de una vida humana inocente, y muchos menos para después destruirla. Este reprobable experimento científi co tiene implicaciones profundamente inmorales, pues el hombre está jugando a ser Dios y devaluando la vida humana. La arrogancia que lle- va a alguien a creer que puede jugar el papel de Dios y reducir a los seres humanos a piezas de recambio, es una soberbia que lleva a peligrosas consecuen- cias. Incluso teniendo buenas intenciones como el deseo de curar una enfermedad, el uso de embriones para clonación es moralmente aberrante. El embrión es vida humana y el embrión clonado va a ser despedazado para utilizarlo por partes (como un yonke de autos) y luego desechado. Es verdad que hay que de- fender la libertad de la investi- gación, ese margen de acción necesario para que los científi - cos puedan trabajar, sobre todo cuando buscan caminos para curar enfermedades. Pero tam- bién es verdad, un derecho y una obligación, la intervención de la sociedad para poner lími- tes éticos que den garantías de respeto y seguridad para toda la humanidad, también por lo que se refi ere a la investigación científi ca. Muchos tratan de justifi car este tipo de experimento lla- mándolo "clonación terapéuti- ca". Pero el término es engaño- so. Lo que hacen es tomar el material genético de una célula de un paciente para después fusionarlo con un óvulo. Esto daría lugar a un embrión que llaman "sintético". A este em- brión se le extraerían las células madre, que serían controladas para desarrollarse como células de una naturaleza específi ca (musculares, neurológicas, etc.). Estas células "perfectas" se implantarían en el pacien- te para curar supuestamente la imperfección orgánica o enfermedad. Es preciso decir que la fi na- lidad "humanística" a la que se remite no es moralmente cohe- rente con el medio usado; ma- nipular a un ser humano en sus primeras fases vitales a fi n de obtener material biológico ne- cesario para experimentación de nuevas terapias, llegando así a matar a ese ser humano, contradice abiertamente el fi n que se busca: salvar una vida (o curar enfermedades) de otros seres humanos. El valor de la vida humana hace ilegítimo un uso me- ramente instrumental de la existencia de cualquier ser hu- mano, "clonado" para ser usado solamente como material biológico y luego eliminado. Esta manera de actuar cambia totalmente el signifi cado hu- mano de la generación, que ya no se piensa y realiza en orden a la reproducción, sino que se programa con fi nes médi- co-experimentales (y por eso también comerciales). Es fundamental pues que es- te tipo de procedimientos sean condenados inequívocamente, no sólo en la Iglesia Católica sino en todo el mundo. ¿Está mal la clonación humana? Por el Padre Mauricio Bermúdez * En el año 2000, para el día de Pentecostés fui invitado a una jornada de Oración. La verdad no recuerdo mucho de esa vi- gilia, pero recuerdo un evento en particular: esa misma noche murió el papá de un amigo, el cuál se jactaba de ser ateo. Cuan- do al siguiente día en el funeral vi a mi amigo, me di cuenta que tenía una alegría muy grande; de momento pensé que estaba loco y que se alegraba por la muerte de su padre, pero después supe que no era eso lo que lo alegraba, sino que el señor murió orando y diciendo el Nombre de Jesús y que falleció en un día muy espe- cial como lo es Pentecostés. Con este suceso, me pregunta- ba que tenía que ver Pentecostés con el hecho mismo de que ese señor, siendo ateo, aceptara a Dios; me atrevería a decir que probablemente fue ésa la prime- ra vez que pensé en la importan- cia de tener una relación con el Espíritu Santo. El Catecismo de la Iglesia Católica dice: «El Espí- ritu Santo con su gracia es el "pri- mero" que nos despierta en la fe y nos inicia en la vida nueva que es: "que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo". No obstante, es el "úl- timo" en la revelación de las per- sonas de la Santísima Trinidad» (CIC 684). Ahí me percaté que nunca había tomado en serio al Espíritu Santo, lo veía como una insignifi cante paloma pero nun- ca me había percatado que en verdad es Dios, y que como Dios tiene el poder y la capacidad no sólo de cambiar las cosas y a las personas, sino de revelarnos al Padre y al Hijo. Si nosotros po- demos orar el Padre Nuestro y podemos rezarle y decirle a Dios "Padre", es por la acción del Espí- ritu; así lo dice San Pablo: "Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo que clama ¡Abbá, Padre!" (Ga 4, 6). Es más, para poder decir el nombre de Jesús, es necesario que nos ayu- de el Espíritu Santo; "Nadie pue- de decir: '¡Jesús es Señor!' sino por infl ujo del Espíritu Santo" (1 Co 12, 3). El papá de mi amigo, fue ca- paz de aceptar a Dios y decir el Nombre de Jesús con tanta de- voción, por una gracia especial que le otorgó el Espíritu Santo. Por eso mi amigo estaba tan con- tento y tan agradecido con Dios, por el hecho de que su padre hubiese muerto en la noche de Pentecostés. Mucha gente me pregunta: "padre ¿cómo puedo estar más cerda de Dios?" Y sin lugar a duda respondo: "Orando, recibiendo la Eucaristía y abriendo tu cora- zón al Espíritu Santo". Sin embar- go, a veces les es muy difícil en- tender cómo se pueden abrir al ¿Qué tanto conocemos al Espíritu Santo?¿Somos conscientes de que ese gran desconocido, actúa en nuestros corazones y nos conduce al Señor? El Papa Fran- cisco nos dice: "El Espíritu Santo, como promete Jesús, nos guía "en toda la verdad" ( Jn 16,13); nos lleva no sólo para encontrar a Jesús, la plenitud de la Verdad, sino que nos guía "en" la Verdad, es decir, nos hace entrar en una comunión siempre más profunda con Jesús, dándonos la inteligencia de las cosas de Dios. Y ésta no la podemos alcanzar con nuestras fuerzas. Si Dios no nos ilumina interiormente, nuestro ser cristianos será superfi cial". Aprovechemos para conocer más al "dulce huésped del alma" estudiando el Catecismo de la Iglesia Católica, numerales 687-747. La Acción del Espíritu Santo en nuestras vidas FOTO DE LAWRENCE OP Grandiosa obra de Bernini sobre el Espíritu Santo, que se en- cuentra en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. 1. ¿Quién es el Espíritu Santo? a. La Tercera persona de la Sagrada Familia b. La Tercera persona de la Santísima Trinidad c. Ninguna de las anteriores 2. ¿Por qué se le llama Paráclito? a. Porque es uno de los primeros Papas b. Porque para con Tito, Cleto y Clemente c. Porque es el Consolador 3. ¿Cuándo se aparece el Espí- ritu a los apóstoles? a. Cuando hablaban espiritual- mente con Jesús b. En Pentecostés c. Antes de la Ascensión del Señor Jesús 4. ¿Quiénes estaban el día que vino el Espíritu Santo? a. Los apóstoles y sacerdotes b. Caifás y José de Arimatea c. María y los apóstoles 5. ¿Dónde se apareció? a. En el Cenáculo b. En el monte Tabor c. En el lago de Tiberíades 6. ¿Cómo se apareció el Espíritu? a. En forma de lluvia b. En forma de lenguas de fuego c. Ninguna de las anteriores 7. ¿Cuándo es la Fiesta del Espíritu Santo? a. Cuando se bautizó Jesús b. El día del triunfo de Dios sobre la muerte c. 50 días después de la Resurrección 8. Marca los que son frutos del Espíritu Santo a. Paz y serenidad interior b. Caridad, gozo, paz, paciencia, mansedumbre c. Serenidad, fortaleza, espiri- tualidad, mansedumbre 9. Marca algunos símbolos del Espíritu Santo? a. La mano, el agua, el fuego, la paloma b. La mano, los ojos y el fuego c. La paloma, el águila y el cordero 10. Señala 4 de los 7 dones del Espíritu Santo a. Sabiduría, consejo, fortaleza y temor de Dios b. Amor, sabiduría, realismo y espiritualidad c. Ciencia, inteligencia, piedad y caridad Prueba qué tanto conoces al Espíritu Santo 1 b, 2 c, 3 b, 4 c, 5 a, 6 b, 7 c, 8 b, 9 a, 10 a ORACIÓN Espíritu Santo que mi corazón esté abierto a la Palabra de Dios, que mi corazón esté abierto al bien, que mi corazón esté abierto a la belleza de Dios, todo todos los días. S.S. Francisco

Articles in this issue

Links on this page

Archives of this issue

view archives of elpueblocatolico - EPC - Junio 2013