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EL PUEBLO CATÓLICO AGOSTO 2013 6 El 18 de julio, el Arzo- bispo Samuel J. Aquila cumplió su primer año como Arzobispo de Den- ver. En entrevista con El Pueblo Católico, Mons. Aquila compartió su experiencia en esta primera etapa de misión, así como sus ex- pectativas para la comunidad en el Norte de Colorado. Por Mayé Agama EPC: ¿Cuál es su impresión de la ar- quidiócesis ahora que cumple su primer aniversario como Arzobispo de Denver? Arz. Aquila: Ha sido un reencuentro con la arquidiócesis. Ha cambiado mu- cho en los 11 años que no estuve aquí y que fui Obispo de Fargo. Estoy sorprendi- do con su crecimiento y con el alto núme- ro de personas que hay de origen hispano viviendo en Denver. Muchos más de los que había cuando me fui en el 2001. De hecho hoy tenemos más de 40 parroquias ofreciendo misas en español, y eso es una clara señal. Asimismo he visto un crecimiento continuo en la nueva evangelización, con movimientos e instituciones como el Augustine Institute, Endow, Focus, Co- munión y Liberación, el Movimiento de Vida Cristiana; el crecimiento de las ór- denes religiosas como los Discípulos de los Corazones de Jesús y María también es impresionante. Y ver la profundidad de la fe católica de las personas en la arquidiócesis ha sido una gran bendición y un tremendo regalo. EPC: ¿Cuáles han sido los altos y bajos en su primer año como Arzobispo? Arz. Aquila: Ciertamente el tiroteo en Aurora fue un desafío y sucedió al día siguiente de asumir la arquidiócesis. Re- cordé Columbine porque trabajé direc- tamente con esa tragedia y me recordó la fragilidad de la vida y la presencia del mal en la sociedad y en el mundo. Pero a la vez fue una oportunidad para anunciar la Buena Nueva de Jesucristo. Asimismo han sido fuertes los desafíos que están teniendo lugar en el país: el debate sobre las uniones civiles, el ma- trimonio entre personas del mismo sexo, los problemas de inmigración. Todos han sido grandes preocupaciones, y tanto yo como toda la Iglesia estamos llama- dos a dar testimonio en medio de estas situaciones. Pero por otro lado, fue una gran alegría celebrar la Semana Santa en la Catedral, y ordenar a 8 nuevos sacerdotes en Denver. Veo frutos que crecen, y que hay una buena cosecha. EPC: Frente a los desafíos que men- ciona y otros como el Mandato HHS, la aprobación del Plan B de anticoncep- ción para adolescentes, las decisiones del Tribunal Supremo sobre el matrimo- nio; y en Colorado la legalización de la marihuana y la ley de educación sexual integral. ¿Qué consejo da a los fieles? Arz. Aquila: Creo que lo más impor- tante es tener una relación personal con Jesucristo, entendiendo lo que significa entregar la vida por completo al Señor. Es cuando perdemos nuestra vida por el Señor, que somos salvados. Es en esa re- lación con Jesús que entendemos lo que significa ser un ser humano y que recibi- mos el don de la felicidad. En segundo lugar, una vez que expe- rimentamos el encuentro con el Señor, debemos vivir la fe en medio del mundo. Nuestra fe debe influir en cada decisión que tomamos y en todo lo que hacemos. Se trata de actuar según el Plan de Dios y no según el plan del país y lo que los de- más piensen. Los fieles están llamados a dar testimonio con sus propias vidas, con la manera en que votan, con lo que apoyan o no apoyan. Muchos católicos han apoyado cosas que no pertenecen al corazón y a la mente de la Iglesia, y por lo tanto no están en el corazón y la mente de Cristo. Y parte del problema es que no conocen su fe. Es muy importante ayudar a las personas a conocer su fe y a dar testi- monio de ella. EPC: ¿Quisiera dar algún mensaje en particular a los hispanos en el Norte de Colorado? Arz. Aquila: Sí, quiero recordarles que pertenecemos a la misma Iglesia y que estamos unidos en la fe. Eso es lo que nos une, nuestra fe católica. Independiente- mente de la diversidad cultural, nos une la fe y el amor a Dios. Los aliento a vivir su fe vivamente en la Arquidiócesis y a con- tinuar evangelizando y ayudando a mu- chos más, para que conozcan al Señor. EPC: Usted encomendó su ministerio como Arzobispo de Denver a Nuestra Se- ñora de Guadalupe. ¿Ha experimentado su ayuda en este tiempo? Arz. Aquila: Visité la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en febrero en una peregrinación personal. Fui para enco- mendar mi ministerio a sus cuidados, así como para expresarle mi gratitud por la manera en que Ella me ha sostenido en sus brazos y me ha apoyado espiritual- mente en mi misión como Obispo de Far- go y ahora como Arzobispo de Denver. Arzobispo Aquila comparte las bendiciones y desafíos de su 1er año en Denver FOTO PROVISTA Continúa en la Página 17 "Me me