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EL PUEBLO CATÓLICO OCTUBRE 2013 5 OUR LADY OF PEACE Y ST. JOHN THE BAPTIST ATENDIERON A PARROQUIANOS Por Mayé Agama Alrededor de las 11 de la ma- ñana del viernes 13 de setiem- bre, la familia Partida, de la pa- rroquia Our Lady of Peace, en Greely, perdió por completo su casa y sus pertenencias, a raíz de las lluvias e inundaciones que afectaron a más de 16,000 familias en 17 condados de Co - lorado, ocasionando más de 2 billones de dólares en pérdidas. Juan y María Partida, vivían junto con su hijo Carlos de 17 años, en el Parqueadero de tráilers en Evans, desde hace 3 años. De un momento a otro, lo perdieron todo. "Ninguno de los tres estábamos en casa en ese momento, porque teníamos una cita", dijo María. "Fue Diosi - to quien hizo que mi hijo fuera con nosotros, pues a esa hora él solía estar en la casa", agregó María. Ante la terrible situación, to- do el personal de la parroquia Our Lady of Peace salió a ayudar a los afectados, tanto de Greely como de Evans, ofreciendo ayu- da material, acompañamiento, etc. Por lo menos, 50 familias de Our Lady of Peace, en su ma- yoría hispanas, han sido trági- camente afectadas, dijo Piedad Ramirez, secretaria de la Parro- quia. Y para ellas, ha brillado la solidaridad de los parroquianos. Amigos en todo "Estamos viviendo con un matrimonio con el que partici- pamos del grupo de oración de la parroquia, Cristo y Yo", dijo María. Se trata de Miguel y Ene- dina Lomas, quienes acogieron a los damnificados. "Nos han dejado quedarnos en el cuar- to de sus niños y yo estoy muy agradecida con ellos. Diosito nos los puso en el camino", afir- ma María conmovida. Para Juan y María, partici- par en el grupo de oración con Miguel y Enedina, ha sido una bendición. "Hace un año –dijo María- perdí a mis dos bebés (de 7 y 2 años) en un accidente. Fue una prueba que Dios per - mitió. Entonces conocimos este matrimonio que nos ha ayuda- do a salir adelante. Si no hubié- ramos ido con ellos a la oración, quien sabe qué sería de noso- tros", agregó María. Feliz de compartir "Es la primera vez que hago esto (llevar a una familia a vivir a su casa)", dijo por su parte, Enedina. "Pero estoy muy feliz. Es una oportunidad de ayudar y creo que Dios nos pone las pruebas, de las que Él mismo nos va a sacar. Y nos dará luego algo mucho mejor". Sostenidos por la fe Artemio Palacios, quien vivía con su hija de 20 años en un tráiler en Greely, también per- dió su casa. "El primer día, mi hija y yo nos quedamos impac- tados. ¿A dónde vamos? ¿Dónde vamos a vivir? Pero recordé que no nos podemos ahogar en un vaso de agua. Dios nos ayuda- rá y saldremos adelante", dijo Artemio. La primera ayuda la encon- traron también en la Parroquia Our Lady of Peace. Lo llamaron para ofrecerle comida, ropa, frazadas, artículos de higiene personal, entre otras cosas. Y también fueron rescatados por amistades. La parroquia St. John the Bap- tist, en Longmont, también hi- zo lo propio, especialmente en Lyons y Longmont. John Williams, Coordinador de Outreach de la parroquia, di- jo que son miles de familias las que han sufrido por las inun- daciones. Las necesidades son innumerables. "Pero contamos con voluntarios. Hoy vinieron 43, y el fin de semana también estuvieron trabajando en las zo- nas de desastre", dijo Williams. Parte del trabajo de los volun- tarios es ayudar a desaguar la zona, limpiarla, mover los mue- bles y artefactos arrastrados que obstaculizan los caminos, llevar generadores de electricidad y realizar pequeños proyectos de reconstrucción. Ayudando a comprender Pero algunos voluntarios de St. John the Baptist, tienen una misión específica y fundamen- tal: la traducción. Esto es impor- tante pues no pocas veces, los hispanos no piden ayuda por la barrera del idioma. Así, una señora en Longmont se dedica a ayudar a los hispanos a en- tender lo que está sucediendo, traducir los ofrecimientos de las agencias de asistencia, y lle- nar los documentos necesarios para recibir dicha ayuda, pues todos están en inglés. Mucho por delante "Honestamente, creo que es- tamos en el comienzo aún", co- mentó John Williams respecto a la situación de los parroquia- nos en Lyons y Longmont. "Hay muchas pérdidas. Mucha gente aún no ha podido regresar a sus casas. Hay mucho trabajo, pero tenemos que unir nuestras ma- nos y nuestras fuerzas y trabajar juntos y salir adelante", agregó. Efectivamente, según Larry Smith, Director de Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Denver, el tiempo de recupera- ción de un desastre como el de las inundaciones en el Norte de Colorado, tomará entre 18 me- ses y 5 años: reconstrucción de caminos, casas y negocios. Por ello, Caridades Católicas ha designado 3 Centros de Ayu- da para las víctimas de las inun- daciones. "Ninguna donación es pequeña", afirmó Smith. MI PARROQUIA...MI GENTE La solidaridad brilló en el desastre FOTO DE RJ SANGOSTI /THE DENVER POST Araceli Romero, una de las afectadas de la zona de Evans visita lo que queda de su casa después del desastre. CENTROS DE AYUDA DE CARIDADES CATÓLICAS Parroquia St. Mary 2222 23rd Ave., Greeley 970-352-1724 Parroquia St. John the Evangelist 1730 W. 12th St., Loveland 970-635-5800 Parroquia Our Lady of the Valley 1250 7th St., Windsor 970-686-5084 Milliken En la esquina de Broad St. y Fran - ces Ave. Horas: De Lunes a sábados de 10 a.m. a 7 p.m.(Greeley y Milliken cierran a las 6 p.m.) Domingos de 12 p.m. a 5 p.m. Donaciones o voluntariado: Visite: www.ccdenver.org, llame al 303-742-0828, o escríbanos a 4045 Pecos St., Denver, CO 80211