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EPC - Enero 2014

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EL PUEBLO CATÓLICO ENERO 2014 2 La marihuana y la fe Católica Desde el pasado 1 de enero, la legalización de la marihua- na recreativa en el estado entró en vigencia. Por primera vez en Colorado, los residentes pueden encontrar marihuana recreati- va abiertamente en dispensarios autorizados. Debido a este cambio en las leyes en Colorado, he pedido al profesor Christian Brugger, teólogo moral del Seminario San Juan Vianney, que escriba sobre los temas éticos involu- crados en la legalización de la marihuana. Es importante que todos entendamos el impacto que esta legislación tendrá en nuestra juventud y sobre todo, que sepamos lo que los estudios muestran sobre el uso de la ma- rihuana, a largo plazo. - Arzo- bispo Samuel J. Aquila. A ntes de la legalización de la marihuana, personas moralmente conscientes tenían por lo menos una razón clara para oponerse a su consu- mo: es ilegal (un delito menor en la mayoría de los estados por posesión de cantidades peque- ñas). Ahora que es legal en Colorado, ¿de qué manera enfren- tarán esta situación dichas personas? En este breve artí- culo abordaré un pequeño número de preguntas –las más relevan- tes- asociadas al consumo de marihuana. Por motivos de espacio, no trataré otras preguntas, tales como ¿cuándo y en qué circunstan- cias es legítimo usar la mari- huana para fi nes terapéuticos? Primero necesitamos cla- ridad sobre los efectos de la droga en los usuarios. El compuesto químico psicoactivo predominante en la marihuana se llama tetrahi- drocannabinol (THC). Actúa en el cerebro mediante la estimu- lación del sistema nervioso, de manera que provoca una especie de euforia; esto se debe a la liberación de la dopamina, como ocurre con otras drogas estimulantes. La sensación de euforia puede estar acompaña- da de una sensación de relaja- ción, distorsión en la percep- ción del tiempo e incremento del hambre, pero además pue- de traer sentimientos de ansie- dad, miedo o pánico. Cuando el efecto de la droga desaparece, los usuarios a menudo sienten sueño y depresión. La memoria a corto plazo se ve afectada así como la capaci- dad para concentrarse y emitir juicios. Además, se debilita la coordinación, el equilibrio y los refl ejos, haciendo que el manejo sea muy peligroso. El consumo continuo de marihuana ocasiona, entre los efectos duraderos, problemas de memoria a largo plazo y de aprendizaje, así como la adic- ción y problemas respiratorios, similares a los asociados con el consumo de cigarrillos. El consumo de marihuana también se relaciona a largo plazo con la ansiedad y depre- sión, incluso en aquellos que ya no la fuman; también ocasiona pérdida de motivación y un riesgo mayor de psicosis. Cabe mencionar que los estudios tienen aún que demostrar la relación causa efecto entre el uso de marihuana y las enfer- medades mentales. Es sabido que los usuarios de la marihuana recreativa la fuman para inducir en sí mismos la euforia mencionada anteriormente. No la fuman para sentirse ansiosos o depri- midos; perder la motivación, entorpecer su memoria a largo plazo o contraer bronquitis. Si bien ellos saben que dichos efectos repugnantes pueden ocurrir, los aceptan como efectos secun- darios incómodos. La euforia trae con- sigo una alteración de la percepción y de las faculta- des cognitivas. Dado que el entendimien- to humano es condición previa para tomar cualquier decisión -buena o mala-, debi- litar nuestra capacidad cogni- tiva implica a su vez debilitar nuestra capacidad de tomar decisiones. Las personas moralmente conscientes saben que actuar consistentemente bien, es difícil. Enfrentamos tenta- ciones, internas en forma de emociones rebeldes, y externas en forma de sugerencias auto- destructivas y seducciones de gente sin escrúpulos. Cuando estamos drogados, es aún más difícil tomar bue- nas decisiones; por ejemplo, actuar con modestia, tratar respetuosamente a personas del sexo opuesto, hablar con la debida moderación, mantener la reputación de los demás, no comer o beber en exceso, rezar diariamente, mantener la fe en medio de circunstancias difíciles, etc. La Sagrada Escritura dice poco acerca del uso de la droga, pero dice mucho sobre la em- briaguez. San Pablo enseña que la embriaguez está mal porque nos impide tomar decisiones sabias y discernir la voluntad POR EL EXMO. MONSEÑOR SAMUEL J. AQUILA El Pueblo C A T Ó L I C O Editora: Mayé Agama Directora General: Karna Swanson EL PUEBLO CATÓLICO, periódico en español de la Arquidiócesis de Denver, 1300 S. Steele St., Denver, CO 80210, Teléfono 303-715-3219, Fax 303-715-2045, E-mail: elpueblo@archden.org El Papa Francisco y la alegría de ser Católicos Foto-reportaje con algunas de las frases más destacadas de la Evangelii Gaudium FOTO DE CNA/KERRI LENARTOWICK FOTO DE L'OSSERVATORE ROMANO/ANSA "Todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio… La Iglesia «en salida» es una Iglesia con las puertas abiertas". "¡Atrevámonos un poco más a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17)". Continúa en la Página 13

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