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A la sombra del monte Meeker, Camp St. Malo recibe a visitantes de todo el mundo. En el corazón de su misión están Jim y Sandy Richards, voluntarios que encarnan un compromiso humilde y poderoso a través de su fe y servicio. Los Richards llegaron a Camp St. Malo "por obra del Espíritu Santo". "No llegamos solos. Nos invitaron a estar allí. Y, a través de varias bendiciones, terminamos siendo los cuidadores voluntarios a tiempo completo de Camp St. Malo", explicó Jim. Para Sandy, el campamento ofrece un "hermoso y pacífico lugar para estar", un espacio que atrae a personas en busca de consuelo y reflexión. La rutina diaria de la pareja puede incluir abrir la puerta principal, mantener la propiedad, y recibir a más de 60,000 invitados. Cada tarea se convierte en una oportunidad para conectar con los demás. Su servicio va más allá de las palabras y las acciones; es un ministerio de presencia, de disponibilidad para los demás en un lugar que inspira asombro y reflexión. En reconocimiento a su humilde servicio durante tantos años, Jim y Sandy han sido reconocidos como los Discípulos del Mes de la Colecta Anual del Arzobispo. ¡Felicidades, Jim y Sandy! Guardianes de gracia en Camp St. Malo DISCÍPULOS DEL MES " Realmente, nuestro trabajo es abrir la puerta, y nosotros nos presentamos y dejamos que el Espíritu Santo haga el resto", dijo Jim. FOTO: Derek Brooks, Benedictus Art. Visite benedictusart.com/contact o envía un email a derek@benedictusart.com. ¿Conoces a alguien que sea un discípulo excepcional? ¡Nomínalo en archden.org/give/nominate/ y podría convertirse en el próximo Discípulo del Mes! A la sombra del monte Meeker, Camp St. Malo recibe a visitantes de todo el mundo. En el corazón de su misión están Jim y Sandy Richards, voluntarios que encarnan un compromiso humilde y poderoso a través de su fe y servicio. Los Richards llegaron a Camp St. Malo "por obra del Espíritu Santo". "No llegamos solos. Nos invitaron a estar allí. Y, a través de varias bendiciones, terminamos siendo los cuidadores voluntarios a tiempo completo de Camp St. Malo", explicó Jim. Para Sandy, el campamento ofrece un "hermoso y pacífico lugar para estar", un espacio que atrae a personas en busca de consuelo y reflexión. La rutina diaria de la pareja puede incluir abrir la puerta principal, mantener la propiedad, y recibir a más de 60,000 invitados. Cada tarea se convierte en una oportunidad para conectar con los demás. Su servicio va más allá de las palabras y las acciones; es un ministerio de presencia, de disponibilidad para los demás en un lugar que inspira asombro y reflexión. En reconocimiento a su humilde servicio durante tantos años, Jim y Sandy han sido reconocidos como los Discípulos del Mes de la Colecta Anual del Arzobispo. ¡Felicidades, Jim y Sandy! Guardianes de gracia en Camp St. Malo " Realmente, nuestro trabajo es abrir la puerta, y nosotros nos presentamos y dejamos que el Espíritu Santo haga el resto", dijo Jim. FOTO: Derek Brooks, Benedictus Art. Visite benedictusart.com/contact o envía un email a derek@benedictusart.com. ¿Conoces a alguien que sea un discípulo excepcional? ¡Nomínalo en archden.org/give/nominate/ y podría convertirse en el próximo Discípulo del Mes!