5
EL PUEBLO CATÓLICO | AGOSTO-SEPTIEMBRE 2024
E
l día en que los seminaristas entrantes comparten su testimo-
nio es uno de mis días favoritos del año, y nunca decepciona.
Como encargado de guiar a los seminaristas más nuevos en su
año de espiritualidad (o año propedéutico), suelo reunir a los hom-
bres en los sofás de la sala el segundo día para que cada uno cuente
(¡en diez minutos o menos!) cómo fue que Jesús lo condujo
aquí para discernir el llamado al sacerdocio.
Tres horas (y 18 jóvenes) más tarde, se apodera de noso-
tros un sentimiento de asombro, emoción y renovada con-
fianza en el plan de Jesús y en el poder del Espíritu Santo
para traernos a cada uno al seminario.
Si tuviera que poner una referencia bíblica, diría que
seguir el llamado de Dios a ser sus sacerdotes santos es
similar a la experiencia de los discípulos en el camino a
Emaús (Lc 24, 32), que dijeron: "¿No ardía nuestro corazón
mientras nos hablaba?".
Sintiendo ese "ardor", estos hombres pasarían los
siguientes siete a nueve años buscando cooperar con el
Espíritu Santo y perfeccionar su comprensión de lo que
significa ser un sacerdote santo de Jesús.
A continuación, comparto algunas ref lexiones sobre
qué significa ser santo, ser sacerdote y ser un sacerdote
santo. ⊲
SACERDOTES
SANTOS,
PUEBLO
SANTO
Jesús ha soplado su Espíritu Santo sobre
nosotros en nuestro bautismo y en cada
momento posterior. El Espíritu Santo es el
santificador, aquel que nos hace santos".
EL PUEBLO CATÓLICO | AGOSTO-SEPTIEMBRE 2024
5
POR EL PADRE
JIM THERMOS
Director espiritual,
Seminario St. John
Vianney en Denver