12
JUNIO-JULIO 2024 | EL PUEBLO CATÓLICO
a un propósito que no podemos
comprender plenamente. Así que, si
eso es cierto, entonces el principal
propósito en la vida es estar atentos,
atentos a la obra de la gracia que nos
invita a comprender esa obra más
profundamente y a participar en
ella más plenamente". Aclara que la
misión no es simplemente "el trabajo,
sino una transformación de la vida,
su finalidad, no simplemente un
trabajo por hacer".
N U E STR A M I S I Ó N
La misión, que nos ha sido enco-
mendada por Dios, constituye nues-
tro único camino de santidad. Incluye
nuestra vocación, trabajo y relacio-
nes, todo moldeado desde dentro
por la oración. A través de nuestro
bautismo, cuando renacimos de Dios,
recibimos una participación en la
misión de Cristo. A menudo pensa-
mos en llegar a ser grandes dejando
nuestra huella en este mundo, pero la
verdadera grandeza, de una manera
que perdure incluso después de la
muerte, debe venir de fuera de noso-
tros mismos. Nuestra misión nos
presenta una gran aventura coopera-
tiva, convertirnos verdaderamente
en quienes debemos ser: guiados por
Cristo y siguiendo su camino dentro
de nuestra propia historia. Los dos se
convierten en uno cuanto más coo-
peramos, permitiendo que el Señor
He sido creado para
hacer algo o para
ser alguien para
lo que nadie más
ha sido creado".
San John Henry Newman,
por John Everett Millais