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EL PUEBLO CATÓLICO | FEBRERO-MARZO 2024 25 Finanzas Por otro lado, también es indispensable conocer y hablar sobre el ejemplo que recibimos del matrimonio a través de nuestros padres y de los patrones que venimos cargando, ya que son los mismos que vamos a aplicar en la familia que formemos. "La forma en que tú viste a tus padres resolver sus pro- blemas, y los de la familia va a ser la forma en que tú vas a querer resolver los problemas y tu cónyuge igual", dijo Sandra. Es un hecho que uno de los problemas más grandes entre los matrimonios es el tema financiero. Es por esto por lo que es de suma importancia, durante el noviazgo, tener conversaciones de cómo manejan cada uno las finanzas. "Aprender sobre las finanzas para hacer un presupuesto y decir: '¿Cuánto tenemos juntos. ¿A dónde queremos llegar? ¿Qué queremos lograr? ¿Cómo gastas tu dinero? ¿Cómo gasto yo el mío?'", explica Sandra. Infancia Sin duda alguna, es importante llegar a un punto medio como pareja; sin embargo, hay cuestiones y traumas de la infancia que no se pueden solucionar con una charla. Tras identificarlas, es importante buscar otro tipo de apoyo. "Todo realmente regresa a la manera que aprendimos de nuestra niñez. En el matrimonio tienes que compartir con otro ser humano que también viene cargando sus talen- tos y traumas de la infancia. Muchas veces todo esto nos genera problemas y conflictos internos por las heridas que tenemos. Hay mujeres que buscan a un papá en la relación, protección o una solución fácil a sus problemas. Entonces también es necesario buscar apoyo psicológico y guía". Sandra también recuerda a los padres de familia la importancia de reflexionar sobre el ejemplo que les están dando a sus hijos sobre lo que es el matrimonio. "Yo como madre, ¿estoy dando buen ejemplo de matri- monio a mis hijos? ¿Qué están viendo de mí? ¿Mis hijos se quieren casar por la Iglesia? ¿Quieren tener hijos? ¿O por qué no quieren tener hijos? ¿Qué estoy haciendo yo como madre para que se cierren a la vida?". Y, por último, si en algún momento de la relación, o incluso del compromiso, uno de los cónyuges no está seguro, es preferible aplazar o cancelar la boda. "La pre- paración matrimonial no es para casarte, es para darte cuenta si estás con la persona que Dios quiere para ti y que se descubran el uno al otro", aseguró Sandra. "El matrimonio al final del día es un camino para apren- der a amar de verdad. Descubres al otro como don de Dios, como regalo de Dios", concluyó. Si bien algunas de estas preguntas parecieran ser insig- nificantes, al final del día, son cuestionamientos que nos pueden liberar de un compromiso que Dios no desea para nosotros o ayudarnos a conocer y acercarnos más a nues- tro futuro esposo o esposa.

