P O R E L
A R Z O B I S P O
S A M U E L J .
A Q U I L A
La Virgen de Fátima
nos muestra la esencia
de un avivamiento
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lugar, escuchar sus preguntas y la pro-
fundidad de su fe en las sesiones de
catequesis fue un regalo que aumentó
mi propia fe y me dio esperanza para
el futuro. En tercer lugar, fue particu-
larmente edificante ver su amor por la
adoración eucarística, su participación
en los cantos de la Misa, su atención
a las lecturas de las Escrituras y, sobre
todo, su reverente recepción de la
Eucaristía. Por último, su trato con las
personas sin hogar y la atención y com-
pasión que mostraron hacia los demás
fue un gran testimonio de Jesucristo y
de su amor por los pobres y por todos.
Otra gran bendición de haber cele-
brado la Jornada Mundial de la Juven-
tud en Portugal fue que estábamos
H
ace poco tuve el placer de
unirme a cientos de miles de
jóvenes en Portugal para cele-
brar la Jornada Mundial de la Juven-
tud con el papa Francisco. Mi corazón
se llenó de alegría al ver a tantos
fieles y jóvenes de la arquidiócesis de
Denver. Estoy agradecido de que haya-
mos podido tener esta experiencia de
la Iglesia global, de estar con el santo
padre y crecer juntos en relación con
nuestro Señor Jesucristo.
En lo personal, los frutos que expe-
rimenté fueron muchos. En primer
lugar, fue una bendición ver a tantos
jóvenes de todo el mundo que tienen
un amor profundo por Jesucristo reu-
nidos en paz y unidad. En segundo