P O R V L A D I M I R M A U R I C I O - P É R E Z
Obispos, sacerdotes
y diáconos:
¿Tradición o
deformación?
A
l ver a la Iglesia católica en la actualidad,
muchas veces nos preguntamos cómo llegó a
tener su estructura principal: obispos, sacer-
dotes y diáconos. Muchos no católicos llegan a decir
que esta jerarquía, que se refiere a los miembros que
desempeñan la función de gobernar en la fe y moral,
es una de las razones que muestran que la Iglesia
católica se desvió y dejó de ser la Iglesia auténtica de
Cristo.
Como católicos creemos en la sucesión apostólica,
es decir, en que los apóstoles nombraron a sus suce-
sores para que, con el don del Espíritu Santo, conti-
nuaran su misión. Esto incluye a Pedro, líder de los
apóstoles, quien poseía una autoridad especial.
Sin embargo, nombraron a estos sucesores en tres
"clases" distintas, con facultades distintas. Los obispos
son de orden más alto. Son los sucesores directos de
los apóstoles y tienen más autoridad que un sacerdote
(o presbítero). "Solo el obispo puede dar órdenes",
decía san Jerónimo en el cuarto siglo. Los sacerdotes
tienen más poder que los diáconos, ya que pueden
ofrecer el sacrificio eucarístico y perdonar pecados.
Los diáconos, por su parte solo pueden bautizar, pre-
dicar y dar la comunión.
Veamos cómo esta jerarquía se va comprobando en
la Iglesia primitiva
1
.
1 Los argumentos aquí
presentados en forma
resumida se encuentran en Joe
Heschmeyer, The Early Church
Was the Catholic Church.
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AUTORIDAD Y JERARQUÍA