Issue link: https://elpueblocatolico.uberflip.com/i/1378159
ERIGIR SOBRE LA PROMESA Oímos decir que una acción vale más que mil palabras: algo muy cierto. Sin embargo, tampoco podemos olvidar el valor de la palabra: el amor y la esperanza también se deben verbalizar. Esto se manifiesta en la forma de una promesa. En nuestro día, comprometerse no es lo más popular. Pero el que no promete y prefiere no tener compromisos no tiene futuro, pues se le escapa; es inestable porque no está anclado en nada. El que promete aprende a ver todo a la luz de algo más, aprende a ver más allá. Nosotros estamos llamados a ver todo a la luz de Dios, el primero que promete. Cuando nuestro corazón está anclado en Dios, dejamos de enfocarnos en lo que podemos cambiar o no de nuestros seres queridos y aprendemos a amarlos de forma estable, a pesar de los cambios, porque nuestra mirada está fija en la meta final y no solo en el momento. Las prácticas de la promesa incluyen la presencia constante y activa en la vida de los hijos: ayudarles con la tarea, jugar con ellos, estar al tanto de su educación y de sus amistades, fomentar la confianza y la conversación, escuchar sus deseos y metas, apoyarlos, realizar proyectos en los que todos puedan aportar algo. CONSTRUIR SOBRE EL PERDÓN Sabemos que inevitablemente fallaremos a ciertas pro- mesas. Lo bueno es que, a diferencia de una piedra, nuestro tejido sí se puede regenerar. Como dijo un autor: "Amar es arriesgarse a que surjan heridas. Es intentar una aventura que lleva consigo un drama de fragilidad". Ya que es impo- sible saber lo que nos espera, el perdón es imprescindible. Es también una promesa, la promesa de que lo roto se puede restablecer. No nos debe dar miedo pedir perdón en familia. Así, cuando un hijo cometa un error, al menos sabrá que no es el fin del mundo, sino que es posible comenzar de nuevo. El perdón no siempre es fácil. Hay ofensas imposibles de olvidar. Sin embargo, el perdón no es lo mismo que el olvido; es la capacidad de decirle al otro: "Tú no te identificas total- mente con lo que has hecho; por eso hay en ti capacidad de regeneración; tú eres mejor que tus acciones". 03 04 Las prácticas de la promesa incluyen la presencia constante y activa en la vida de los hijos". 14 | J U N I O - J U L I O 2 0 2 1 IGLESIA Y FAMILIA Foto de Andrew Wright