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2021_EPC_Abril-Mayo

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CAMINO A LA PLENITUD VIDA EN ABUNDANCIA "¿Has sido salvado?" Esta es una pre- gunta que quizá muchos de nosotros hemos escuchado al abrir la puerta. Pero ¿qué significa? El predicador protestante te diría que Jesús murió para perdonar tus pecados y que si crees que esto es verdad, entonces serás salvo. Creer es una parte importante de la salvación, pero de ninguna manera lo es todo. Ser salvo no implica solo el perdón de los pecados o recibir un pasaje directo al cielo: el deseo de Dios para ti es más grande que esto. Jesús nos da la mejor explicación de la salvación: "He venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" (Jn 10,10). CRUZ Y RESURRECCIÓN Durante la Cuaresma, caminamos con Cristo tomando nuestra cruz cada día a través de la oración, la penitencia y la limosna. La Cuaresma es un tiempo para abrazar la cruz, para apartarnos del pecado, de tal manera que podamos celebrar la Pascua con paz y alegría. La cruz constituye un momento decisivo, pues elimina el obstáculo del pecado que había creado una distancia infinita entre Dios y nosotros. La cruz nos reconcilia para que seamos amigos de Dios, después de haber sido enemigos, como san Pablo lo expresa. Sin embargo, san Atanasio señala que el hijo de Dios vino al mundo por la Resurrección: Pues con el sacrificio del propio cuerpo puso también fin a la ley que pesa sobre nosotros y nos renovó el principio de vida, dándonos la esperanza de la Resurrección"(La encarnación del Verbo). MIEDO A LA MUERTE Además de la Resurrección corporal de Cristo, este evento marcó el inicio de una nueva vida para todos los que creen en él y se hacen miembros de su cuerpo místico, la Iglesia. La Resurrección traspasa el tiempo, pues Cristo mismo dice que él es la resurrección. Para los que creen, ya no hay más muerte, aunque tengamos que experimentar el paso temporal de este mundo al otro: "Yo soy la resurrección y la vida; quien crea en mí, aunque muera, vivirá, y aquel que viva y crea en mí nunca morirá" (Jn 11,25-26). La Resurrección debe darnos la confianza de que la muerte no tiene la última palabra. No deberíamos temerla, pues sabemos que lo mejor está por venir. En efecto, la Resurrección ha dado inicio a una nueva creación, elevándonos de una vida en el mundo a una vida en el espíritu. 20 | A B R I L - M A Y O 2 0 2 1

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