E L P U E B L O C A T Ó L I C O | 17
Aun
si
un
alma
estuviese
en
descomposición
como
un
cadáver
y
humanamente
sin
ninguna
posibilidad
de
resurrección,
y
todo
estuviera
perdido,
no
sería
así
para
Dios:
un
milagro
de
la
Divina
Misericordia
resucitaría
esta
alma
en
toda
su
plenitud.
¡Infelices
los
que
no
aprovechan
de
este
milagro
de
la
Misericordia
Divina!
¡Lo
invocarán
en
vano,
cuando
sea
demasiado
tarde!"
J
ESÚ
S
A
SA
N
TA
FAU
S
T
I
N
A
(D
I
A
R
I
O
#14
4
8)
"El retorno del hijo pródigo", Rembrandt, 1662.