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7 EL PUEBLO CATÓLICO | ABRIL 2019 Llegó cuando tenía 13 años a los Esta- dos Unidos donde realizó sus estudios secundarios y luego su licenciatura en Ciencias Religiosas, gracias a un con- venio realizado entre la Universidad Anáhuac en Ciudad de México y Centro San Juan Diego. También estudió en el¬Catholic•Biblical School¬de la división de laicos del seminario¬Saint John Vian- ney¬ de Denver y se encontraba estu- diando una maestría virtual en innova- ción pastoral en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla UPAEP. Durante su adolescencia se vinculó al grupo de jóvenes de la parroquia¬Saint Anthony of Padua¬ en Denver y luego comenzó a asistir a Centro San Juan Diego donde realizó diferentes cursos y capacitaciones de agentes de pastoral. También fue líder del grupo juvenil de la parroquia¬Our Lady of Guadalupe¬de Denver. CSJD FUE SU PASIÓN Reyes comenzó a trabajar en Centro San Juan Diego en el año 2012 gracias a la Acción Diferida para los llegados en la infancia (DACA por sus siglas en inglés). "Él era un dreamer, también en el sentido de tener grandes planes, bus- cando siempre el modo de servir mejor a la comunidad", dijo el obispo Rodrí- guez. "Su familia, Cristo y la comunidad, especialmente la hispana, eran el centro de su vida", indicó el Prelado. En 2015 Juan Carlos pasó a ser el encargado del departamento de Ser- vicios Familiares y en marzo de 2018 fue nombrado director¬de esta entidad donde lideró importantes programas de atención a los inmigrantes y de for- mación de agentes de pastoral. Juan Carlos fue uno de los impulsores del convenio entre Centro San Juan Diego y la UPAEP en México, logrando así que muchos inmigrantes pudieran estudiar una carrera o maestría en español y con validez en los Estados Unidos. "Conocerlo era, de manera inme- diata reconocer a una persona con lide- razgo, con alegría profunda y con mucha capacidad de enfoque", dijo desde Puebla Ivonne Martínez, coordina- dora de proyectos de virtualización de UPAEP. "Juan Carlos identificaba a cada estudiante.¬ Inmediatamente tú decías el nombre de un alumno, él sabía quién era y si estaba pasando alguna situación difícil o tuvo una historia complicada de inmigración, él lo ayudaba a salir ade- lante. Eso era movido por una profunda fe que veía al ser humano como un ser trascendente", indica Ivonne.¬¬ Juan Carlos amaba su cultura y su lugar de origen y también fue capaz de integrarse con la cultura del país que lo acogió cuando comenzó su adoles- cencia. Era un puente que podía unir la realidad de los inmigrantes y de los estadounidenses. También, en su condición de laico, fue capaz de unir el mensaje de la Iglesia con las realidades temporales. "Pude constatar su gran calidad humana y su verdadero compro- miso con las mejores causas de la comu- nidad migrante en Colorado así como la defensa de sus derechos, tema en el que trabajamos con él", dijo la cónsul de México en Denver Berenice Rendón.¬ "El ejemplo de liderazgo de Juan Carlos debe quedar como parte de su impor- tante legado a fin de que continúen los esfuerzos de impulsar mecanismos de superación para nuestra comunidad", indicó la diplomática. Así, Reyes hacía vida lo que dice el decreto Apostolicam Actuositatem del Concilio Vaticano II sobre la misión de los laicos quienes "se entregan gustosamente y por entero a la expansión del reino de Dios y a infor- mar y perfeccionar el orden de las cosas temporales con el espíritu cristiano". ¬ "Hablar de Centro San Juan Diego en parte es hablar de mi vida", dijo Juan Carlos en diálogo con¬ El Pueblo Cató- lico¬ el pasado mes de octubre. "Yo no estaría aquí si no fuera porque Centro San Juan Diego estuvo presente. Vi en CSJD una Iglesia activa que se acercó a mí". En otra ocasión, Reyes dijo que en su lugar de trabajo "nos toca ver de primera fila la determinación, la perse- verancia de nuestro pueblo hispano", aseguró en un video que fue subido al sitio en Facebook de CJSD el pasado 16 de enero. "Padres que vienen a aprender inglés después de trabajar todo el día en la construcción o en el calor de la cocina. Madres que vienen a tomar el curso de GED para darle un buen ejem- plo a sus hijos, emprendedores con los ojos llenos de esperanza porque quieren ser sus propios jefes", destacó. Por ello, se le veía a Juan Carlos constantemente cantar en el trabajo y andar por los pasi- llos de Centro gritando: "¡Estamos cam- biando vidas!". "El Centro San Juan Diego y él se habían identificado profundamente", señaló el obispo Jorge Rodríguez. "Juan Carlos es un modelo de lo que los jóvenes hispanos pueden aportar a la sociedad americana: liderazgo, talento y pasión por cambiar las cosas para el bien de todos," dijo. Además de su trabajo en la Arqui- diócesis Juan Carlos realizaba, junto con su hermano Jorge, un ministerio denominado¬ Sangre y Agua¬ en el que se predica sobre las lecturas de la misa del día por medio de videos en YouTube, los cuales lograban, casi siempre, más de 100 mil visitas diarias. Uno de sus amigos más cercanos fue Alfonso Lara, director hispano de evangelización de la Arquidiócesis de Denver: "Muchos fuimos testigos de cómo Juan Carlos creció y maduró como hombre, como cristiano, como católico como líder", dijo. Él salió de la comunidad hispana y fue a ellos a quie- nes sirvió y entregó su corazón". Por su parte Luis Soto, antiguo direc- tor de Centro San Juan Diego y actual director de enlace hispano del¬Augus- tine Institute, lo conoció cuando tenía 15 años y lo recuerda como un joven "dinámico, divertido, con ideas y ganas de servir. Miembro de una familia en donde todos estaban comprometidos en su fe. Era inquieto y con hambre de aprender. Se inscribió a cuanto pro- grama iniciamos". La enfermedad de Juan Carlos des- pertó una gran cadena de oración y solidaridad tanto en Denver como en su país natal México. Al día siguiente de que muchos de sus compañeros de la Arquidiócesis de Denver culmina- ran una novena a San José por él, Juan Carlos falleció. El arzobispo de Denver Samuel Aquila aseguró que Juan Carlos fue "un hijo amado que amó a nuestro Señor, su familia y su ministerio. Incluso en medio de su intenso sufrimiento en las pasadas semanas, fue un hombre de una fe profunda y permaneció como un dedicado discípulo de Jesucristo. Mantengámonos fuertes en las prome- sas de vida eterna y sigamos orando por el descanso de su alma y el consuelo de su familia", concluyó el Arzobispo. Reyes apoyando el relan- zamiento de El Pueblo Católico en agosto de 2018. FOTO DE BRANDON ORTEGA

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