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4 DICIEMBRE 2018 | EL PUEBLO CATÓLICO T odos lo hemos experimen- tado: Tan pronto como pasa Halloween, las tiendas se llenan de árboles de navidad, luces, Santa Clau- ses y villancicos populares. La época navideña es un tiempo hermoso, sin lugar a duda, pero hay cosas que todo católico debe recordar durante el tiempo de Adviento. Y no es que los católicos seamos aguafi estas y queramos arrui- narle la diversión a todo mundo. Al con- trario, somos los católicos los que mejor sabemos celebrar – tanto que duramos casi un mes preparándonos para festejar de la mejor manera posible y después festejamos por varias semanas. Aquí unas sugerencias que nos pueden ayudar durante el tiempo de Adviento para poder festejar verdade- ramente la Navidad. SÉ PACIENTE El Adviento no es Navidad. Muchas veces empezamos a celebrar la Navi- dad desde que comienza el Adviento (o después de Thanksgiving) y tan pronto llega el 25 de diciembre o el año nuevo, estamos hartos de todo lo navideño y pensamos solo en rebajar las libras que subimos. "Adviento" signifi ca "venida" y es un periodo de "expectación piadosa y alegre" que no puede saltarse. Es pare- cido al embarazo de una madre que espera con alegría la venida de su hijo y aunque ansía verlo, sabe que vendrá en el momento indicado. Mientras tanto, prepara una casa limpia y cálida, le compra ropa, una cuna y hasta cosas que no son necesarias. Así también nosotros debemos preparar nuestras mentes y corazones para la venida del Señor. MÁS QUE UN CUMPLEAÑOS Muchos estamos acostumbrados a celebrar el Adviento como la prepa- ración para el cumpleaños de Jesús y, aunque parte de la Navidad conlleva la conmemoración de su nacimiento, es mucho más que eso. Primero que nada, no se trata solo de recordar los eventos que ya pasa- ron, sino de moldear nuestra vida de acuerdo con estos misterios. La venida de Jesús al mundo es un hecho histórico y el hecho de que Dios decidió hacerse hombre y morir para darnos vida, debe- ría impactarnos personalmente. Por ello, la Iglesia nos llama a una transfor- mación durante esta espera – es una espera activa. La Iglesia tam- bién nos dice que el Adviento es la preparación de nuestras mentes y corazones para su segunda venida al fi nal de los tiempos. Por eso al comienzo del Adviento, la lectu- ras de la misa son más apocalípticas. Pensar en la segunda venida de Jesús nos debería impulsar a meditar en nuestra vida e historia y preguntarnos cómo nos pre- sentaríamos ante su presencia, a la luz de la verdad, y si hay cosas que preferi- ríamos que ³l no viera. QUÉ HACER Ora. Entre las prácticas más impor- tantes del Adviento está la oración. Si nos cuesta ser constantes, este es el tiempo para fortalecer este aspecto esencial. Si ya tenemos una vida de oración, debemos dedicarla especial- mente a la preparación de la venida del Señor. Pero es necesario ser concretos con nuestras metas. Es decir, debemos elegir a qué hora del día vamos a dedicar al menos unos 10 minutos para orar y realmente hacerlo. En muchas parro- quias se reparten libritos de devoción o meditación diaria que pueden ser de gran ayuda. Confi ésate. La confesión es esencial en el tiempo de Adviento. No solo limpia nuestro corazón para que Jesús pueda habitar en él, sino que también nos da la gracia para no volver a pecar. Así él podrá permanecer en nosotros y nosotros en él. Asiste a misa. No podemos faltar a misa los domingos. Pero además del domingo, si puedes ir entre semana, hazlo. Aunque nos preparamos para su venida defi nitiva, no hay mejor pre- paración que recibirlo en la Eucaristía. PRÁCTICAS TRADICIONALES La Iglesia no especifi ca cuándo se debe o no comenzar a decorar para Navidad y las tradiciones varían en dife- rentes culturas. En la tradición latinoa- mericana es común hacerlo el primer domingo de Adviento. No tiene nada de malo, solo que debemos recordar que aún no es Navidad, así que debe haber una diferencia entre cómo vivimos estos dos tiempos litúrgicos. Prácticas como tener una coronilla de Adviento en nuestras casas que nos ayude a seguir el tiempo de preparación, y no colo- car al niño Jesús en el pesebre hasta Nuche Buena ayudan a recordar esta realidad. Las posadas son un novenario que igualmente nos puede ayudar a prepararnos mejor. Siempre se debe recordar que el motivo del Rosario, las pasto- relas y los convivios es precisamente una prepa- ración alegre para recibir a Jesús que viene a nosotros. Esperamos que estas sugerencias te ayuden a vivir el tiempo de Adviento de la mejor manera posible para que, aceptando su primera venida, puedas prepararte para su segunda venida en gloria. Primera Plana MT. OLIVET CEMENTERIO CATÓLICO 12801 W. 44th Ave., Wheat Ridge, CO (303) 424-7785 FUNERARIA DE LA ARQUIDIÓCESIS DE DENVER Sirviendo a la más grande área de Denver (303) 425-9511 ST. SIMEON CEMENTERIO CATÓLICO 22001 E. State Hwy. 30, Aurora, CO (720) 859-9785 Tranquilidad paru su familia con planifi cacion previa Mayor información en cfcsColorado.org Un ministerio de la Arquidiócesis de Denver POR VLADIMIR MAURICIO-PEREZ vladimir.mauricio-perez@archden.org No te desesperes, el Adviento vale la pena FOTO DE PIXABAY