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11 EL PUEBLO CATÓLICO | AGOSTO 2018 llamamiento: "No nos dejen morir. Por favor, intervengan, hagan algo". El pasado 17 de julio fue atacado el barrio indígena de Monimbó en Nica- ragua por paramilitares afines al presi- dente Daniel Ortega. Según relata el padre Augusto, los paramilitares llevaban 4 horas de ataque en Monimbó "con armamento militar pesado, están profanando las iglesias y destruyendo la vida". El barrio de Monimbó es de gente sencilla pero el sacerdote explica que "desde hace tres meses el gobierno se ha ensañado contra la población de todo Nicaragua, también de Monimbó, que se ha mantenido con gran valentía. Pero ahora nos están matando". "Esto no es guerra, porque la gente se defiende con lo que puede, con barrica- das, con piedras, mortero de artesanías. Ellos [el gobierno] están empecinados en celebrar el 19 de julio sobre la sangre del pueblo. Y no pueden seguir gober- nando sobre los muertos y mandando matar", declaró. Además aseguró que toda Nicaragua se encuentra en "una situación de emer- gencia" y explicó que recientemente se aprobó una ley "antiterrorista" por la que "todos los que apoyen a los muchachos que están en los tranques o que según ellos [el gobierno] colabore contra el gobierno, lo van a enjuiciar". La manera más fácil y rápida de participar en la Colecta Anual es en línea, visitando: www.archden.org/donar Para más información, comuníquese al 303-867-0614. Gracias por su generosidad. Reunificación de familias: Todavía hay niños a la deriva POR JAIME SEPTIÉN. ALETEIA.ORG Entre 25 y 26 de julio, en todo el territorio de Estados Unidos®fueron reunidas más de 1.400 familias migrantes. Sin embargo, nadie está seguro de cuántos queda- ron sin poder reunirse. El caos y la incertidumbre gobernaron este proceso de restitución de los menores a sus familias. La mayor parte de los especia- listas hablan de 2.500 menores en albergues de todo el país. Faltarían, entonces, más de mil para reunirse con sus padres. Una madre, Carolina Ramos, salió del edificio de Cayuga en Park Avenue, en el Harlem neoyorquino, con sus dos hijos, de los que ella dijo había estado separada durante 120 días. Manejó durante doce horas desde Charlotte, Caro- lina del Norte, para recoger a su hija de 10 años y a su hijo de 17. "Estoy feliz, tranquila, agradezco a Estados Unidos que ahora estoy con mis hijos", dijo Ramos, según informa®The New York Times en español. Pero muchos otros padres no lo están. Abogados y trabajadores sociales trataban de determinar el 26 de julio y los días subsiguientes, si los niños que ya habían sido enviados fuera de Nueva York se habían, efectiva- mente, reunido con sus padres. Un documento judicial señala que el gobierno estadounidense reunió a 1.442 familias con niños de cinco años o más. Por lo demás, hay 463 padres de familia que ya no se encuentran en Estados Unidos, por lo que la reunión con sus hijos menores será, compleja. De otro lado, 191 padres de familia no serán reunidos con sus hijos porque tienen registros criminales o se negaron a la reunificación, según el Gobierno. Los niños, entonces, seguirán a la deriva.